sábado, 20 de mayo de 2023

LA ROTONDA

 

NO HAY MANERA

 






El respeto es un valor fundamental en nuestras relaciones sociales. Se trata de una actitud que implica reconocer y valorar a los demás, considerando sus necesidades, opiniones y sentimientos. El respeto es la base de una convivencia pacífica y armoniosa, en la que las personas son tratadas con dignidad y consideración.



El respeto se manifiesta en nuestra conducta diaria, en cómo nos comunicamos y en cómo tratamos a los demás. Es importante recordar que todas las personas merecen respeto, independientemente de su edad, género, orientación sexual, religión o cultura. Practicar el respeto nos permite crear relaciones más sanas y positivas, fomentando la comprensión y el entendimiento entre las personas.


Persona 1: Hola, ¿cómo estás?

Persona 2: ¿Qué te importa? No tengo ganas de hablar contigo.

Persona 1: Lo siento si te he incomodado. ¿Puedo ayudarte en algo?

Persona 2: ¿Ayudarme? ¡Ja! No necesito tu ayuda, ni la de nadie. ¿No ves que soy capaz de hacer las cosas por mí mismo?

Persona 1: Claro, entiendo. Solo quería ofrecerte mi ayuda si necesitas algo en el futuro.

Persona 2: No necesito tu ayuda, ni la de nadie. Así que no pierdas tu tiempo.

Persona 1: Está bien, como quieras. ¿Te molesta si cambio de tema?

Persona 2: Me da igual, pero si vas a decir tonterías mejor no me hables.

Persona 1: Bueno, solo quería decirte que ayer fui al cine y vi una película interesante.

Persona 2: ¿Y qué quieres que haga? ¿Qué te aplauda? No me interesa lo que hiciste ayer.

Persona 1: Lo siento, no era mi intención molestarte.

Persona 2: Pues ya lo has conseguido. Déjame en paz y no vuelvas a hablarme.

Persona 3: ¡He, ¿qué está pasando aquí? ¿Por qué se hablan así?

Persona 1: Solo estaba tratando de ser amable, pero parece que mi compañero no está interesado.

Persona 2: No necesito su amabilidad ni la de nadie. Así que dile que se largue.

Persona 3: Vamos, no seas así. Todos merecen un poco de amabilidad y respeto.

Persona 2: ¿Respeto? ¿De qué estás hablando? No tengo por qué respetar a alguien que ni siquiera conozco.

Persona 1: Lo siento mucho si te he ofendido. No era mi intención.

Persona 3: ¿Por qué no tratan de resolver esto de manera pacífica? La falta de respeto no lleva a ninguna parte.

Persona 2: Claro, como si tuvieras la solución a todos los problemas. Déjanos en paz.

Persona 1: Lo siento, no quería causar más problemas.

Persona 3: No te preocupes, solo quiero ayudar. Tal vez podamos hablar con calma y encontrar una solución.

Persona 2: Ya he dicho que no necesito ayuda de nadie. Y tú, ¿por qué te metes en esto?

Persona 3: Solo quiero que todos podamos llevarnos bien. Pero si no quieren escucharme, no hay nada que pueda hacer.

Persona 1: De verdad lo siento, no quería causar problemas.

Persona 2: Sí, eso ya lo hemos oído varias veces. ¿No te das cuenta de que no queremos que estés aquí?

Al final, la tercera persona se da cuenta de que no puede mediar entre los otros dos y sale perdiendo. La falta de empatía y de respeto por parte de la segunda persona no permiten una resolución pacífica del conflicto y la tercera persona se ve afectada por ello.


En resumen, el respeto es un valor imprescindible para una convivencia armoniosa y pacífica en sociedad. Practicarlo con todas las personas con las que nos relacionamos, nos permite crear un ambiente de comprensión y tolerancia, en el que se valora y respeta la diversidad.

Como dijo una vez Mahatma Gandhi: "La no violencia y la verdad son inseparables. El respeto por la vida humana no puede separarse de la veracidad". Esta frase nos recuerda la importancia de la honestidad y la compasión en nuestras relaciones humanas, y cómo estas cualidades son esenciales para cultivar el respeto y la paz.

 

Pepe Bejarano

todomotornews@gmail.com

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