La marca de los cuatro aros apuesta por un novedoso método de captación directa de aire que permite filtrar más CO2 en menos tiempo
Innovadora planta en Linz con una capacidad de filtrado de 1.000 toneladas de CO2 cada 12 meses
Hagen Seifert, Director de Conceptos de Productos Sostenibles: “Gracias a su diseño modular, la planta ofrece muchas posibilidades de ampliación”
La tecnología DAC podría implantarse a una escala mayor en la planta de Audi en Győr con un objetivo de capacidad de filtrado de 25.000 toneladas de CO2 al año
Madrid, 20 de octubre de 2022 – AUDI AG y la empresa de tecnología ecológica Krajete GmbH, con sede en Linz, están desarrollando conjuntamente nuevos métodos para filtrar las emisiones del aire ambiental. Además de en los materiales absorbentes utilizados, estas tecnologías, denominadas de captación directa de aire (DAC: direct air capturing) se basan, sobre todo, en procesos innovadores que hacen posible una gran reducción de energía y de costes.
El ejemplo más reciente del desarrollo que están llevando a cabo AUDI AG y Krajete GmbH es una nueva planta en Austria en la que se utiliza un material filtrante inorgánico que puede retener una gran cantidad de moléculas y que, además, muestra una baja sensibilidad a los efectos de la humedad. Esto hace que no sea necesario secar previamente el aire ambiente que se va a filtrar, o que sólo haya que hacerlo en casos muy particulares, lo que aumenta la eficacia y reduce los costes. Las condiciones de temperatura y presión necesarias para absorber las moléculas de CO2 y eliminarlas posteriormente de la superficie del elemento filtrante son muy similares entre sí. Esto acorta de forma significativa los ciclos de carga y descarga del filtro; en otras palabras, se puede eliminar más CO2 del aire ambiente en menos tiempo. El aire filtrado se libera de nuevo al medio ambiente tras la etapa de absorción. Por otra parte, el CO2 recuperado estará disponible en una forma altamente concentrada como materia prima para su almacenamiento de forma permanente o para una amplia gama de aplicaciones industriales. La planta a gran escala ubicada cerca de Linz, que actualmente está en proceso de iniciar su funcionamiento, tiene una capacidad inicial para filtrar hasta 500 toneladas de CO2 anuales, ya finales de año se agregará otro módulo que determinará esta cifra hasta las 1.000 toneladas. La electricidad necesaria para su funcionamiento procede de un sistema fotovoltaico situado en las propias instalaciones. el CO2 recuperado estará disponible en una forma altamente concentrada como materia prima para su almacenamiento de forma permanente o para una amplia gama de aplicaciones industriales. La planta a gran escala ubicada cerca de Linz, que actualmente está en proceso de iniciar su funcionamiento, tiene una capacidad inicial para filtrar hasta 500 toneladas de CO2 anuales, ya finales de año se agregará otro módulo que determinará esta cifra hasta las 1.000 toneladas. La electricidad necesaria para su funcionamiento procede de un sistema fotovoltaico situado en las propias instalaciones. el CO2 recuperado estará disponible en una forma altamente concentrada como materia prima para su almacenamiento de forma permanente o para una amplia gama de aplicaciones industriales. La planta a gran escala ubicada cerca de Linz, que actualmente está en proceso de iniciar su funcionamiento, tiene una capacidad inicial para filtrar hasta 500 toneladas de CO2 anuales, ya finales de año se agregará otro módulo que determinará esta cifra hasta las 1.000 toneladas. La electricidad necesaria para su funcionamiento procede de un sistema fotovoltaico situado en las propias instalaciones. ya finales de año se añadirá otro módulo que bloqueará esta cifra hasta las 1.000 toneladas. La electricidad necesaria para su funcionamiento procede de un sistema fotovoltaico situado en las propias instalaciones. ya finales de año se añadirá otro módulo que bloqueará esta cifra hasta las 1.000 toneladas. La electricidad necesaria para su funcionamiento procede de un sistema fotovoltaico situado en las propias instalaciones.
Alexander Krajete, Director General de la empresa de desarrollo tecnológico que lleva su nombre, afirma: “Partimos de la base de que, por razones de eficiencia, dejaríamos que el proceso funcionara a presión ambiente. Luego modificamos los materiales del filtro y las condiciones físicas de la planta hasta encontrar el caudal óptimo; es decir, filtrar la máxima cantidad de CO2 por unidad de tiempo” . Como resultado, los costes se han reducido considerablemente y se sitúan en la franja inferior de los tres dígitos en euros por tonelada de CO2. El objetivo a largo plazo es hacer que el dióxido de carbono sea utilizable para fines industriales. Para ello, Krajete GmbH y AUDI AG quieren contribuir a facilitar los avances en las aplicaciones necesarias.
“Esta tecnología permite eliminar directamente el CO2 de la atmósfera con independencia del lugar en el que se encuentre, por lo que supone una importante medida de descarbonización” , explica Hagen Seifert, responsable de Conceptos de Productos Sostenibles de AUDI AG. “Además, la tecnología permite que la planta pueda ampliarse de diversas maneras, gracias a su diseño modular” , añade Seifert.
Como siguiente paso a la planta a gran escala de Linz, AUDI AG está estudiando actualmente la posibilidad de aprovechar fuentes con mayores concentraciones de CO2 y el filtrado de otras emisiones adicionales, como los óxidos de nitrógeno. Además, la tecnología DAC podría implantarse a una escala mucho mayor en la planta de Audi en Győr (Hungría), con un objetivo de capacidad de filtrado de 25.000 toneladas al año.
¿Por qué participa Audi en el desarrollo de tecnologías de captación directa de aire?
AUDI AG quiere desempeñar su papel para limitar el aumento de la temperatura media mundial por debajo de los 2 grados centígrados. Para ello, la compañía tiene en cuenta los aspectos relacionados con la sostenibilidad en todas sus decisiones empresariales y se ha fijado objetivos ambiciosos al respecto. Para 2025, el Grupo Volkswagen pretende reducir la huella ecológica de los turismos y vehículos comerciales ligeros en un 40% a lo largo de todo su ciclo de vida en comparación con 2018. Cada medida individual contribuye al objetivo de lograr la neutralidad de carbono en toda la empresa para 2050, como máximo.
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