sábado, 29 de mayo de 2021

LA ROTONDA

 

NO SE DUERMAN

 




Dicen, que dormir bien es síntoma de tranquilidad de conciencia. No lo sé. Creo que no, me imagino que también las enfermedades psicofísicas tendrán mucho que decir ante el insomnio.

En mi caso, no tardo ni cinco minutos en caer en los brazos de Morfeo, eso sí, quince minutos antes de que suene el despertador ya estoy despierto. Tengo un chivato que me controla el sueño por la noche, y al despertar le echo un vistazo para ver qué tal ha ido mi comportamiento nocturno:

La media de mi sueño profundo es del 26%, el sueño liviano del 60% y el sueño REM, el 14%.

El sueño profundo, también denominado sueño de ondas lentas es en el que es más difícil despertarse. En el sueño liviano la actividad de las ondas cerebrales, la frecuencia cardiaca y el ritmo de la respiración se desaceleran y es más fácil despertarse. En la etapa REM del sueño, los ojos se mueven rápidamente de un lado a otro debajo de los párpados, los músculos se paralizan, es un mecanismo de seguridad que evita que hagamos lo que estamos haciendo en el sueño profundo. Durante la fase REM del sueño es más difícil que nos despertemos que durante el sueño liviano, pero más fácil que durante el sueño profundo.

En definitiva, que lo primero que veo cuando me despierto cada mañana, es mi reloj inteligente, que además de dar la hora, también me tiene controlado mientras duermo.

Entramos en una época en la que vivimos más de noche por las horas de luz solar que de día, disfrutamos de nuestros días de vacaciones y, además, este año con las vacunaciones en masa contra el COVID 19 se abrirán más las restricciones para que podamos salir y entrar a nuestro antojo.

No podemos negar que practicamos más el noctambulismo, aunque el reloj suene a la misma hora, y tenemos que atender nuestras responsabilidades diarias, el trabajo, hacer turismo en estas fechas o desplazarnos en nuestros vehículos de un lugar a otro. Quizá por estas razones, nuestro cuerpo note más que nos despertamos más cansados, con menos horas de sueño, que no nos conviene para nada.

El sueño al volante es una circunstancia que se relaciona con una gran cantidad de accidentes de tráfico: la somnolencia diurna es la primera causa en un 30% de los accidentes, según la Sociedad Española del Sueño, especialmente en el sector profesional.

Cada 2 horas o cada 200 km debes parar a descansar al menos 20-30 minutos. Si te encuentras con condiciones meteorológicas adversas (conducción nocturna o niebla, fatiga, etc.) descansa con mayor frecuencia.

Creo que todos sabemos cuáles son las consecuencias de quedarnos dormidos al volante, ¿no?

Aumento de las distracciones durante la conducción.

La somnolencia hace que resulte más difícil mantener la concentración en el tráfico. Es por lo que las distracciones suelen aparecer con mayor facilidad, especialmente si el entorno de la vía es monótono y nos encontramos en condiciones de poco tráfico.

El conductor tarda más tiempo en procesar la información y se cometen más errores, especialmente en situaciones del tráfico complicadas. El sueño afecta a todos los sentidos, que se ven mermados, pero, sobre todo, a la vista. La visión se puede volver borrosa y surgen los deslumbramientos.

Cuanto mayor es una persona, menos horas de sueño necesita, sin embargo, estas personas de edades avanzadas tienen mucho menor control sobre el sueño y sobre sus efectos negativos al volante, a esto hay que añadir también, que el uso de medicamentos es mayor entre las personas de más edad, lo que les hace más vulnerables, aunque no podemos olvidarnos de los conductores más jóvenes, solo por eso se cree que pueden controlarlo todo, incluso el sueño. No es así, las largas fiestas nocturnas, si además las mezclamos con alcohol, y medianos y largos desplazamientos hacen que el control del sueño desaparezca.

Por lo tanto, ¿qué deberemos hacer para no quedarnos dormidos al volante, si tenemos que conducir?:

§ Dormir bien. Es tan obvio que a veces se olvida. ...

§ Descansar en carretera. ...

§ Evitar las malas horas. ...

§ Evitar las comidas pesadas. ...

§ Hidratarse. ...

§ Evitar las sustancias que provocan somnolencia. ...

§ Refrescar y ventilar el coche.



El buen tiempo y la apertura de restricciones van a favorecer que vivamos la noche con mayor vehemencia, no se olviden que el descanso es sustancial para poder desenvolver el mejor desarrollo psicofísico de nosotros mismos. No les aconsejo que controlen todas sus actividades a través de aplicaciones o smartphones, no hace falta, nosotros, solo nosotros, sabemos cómo nos encontramos en cada momento, y si estamos en las condiciones óptimas para desarrollar una función que no entrañe peligro, ni para nosotros ni para los demás. Es un acto de responsabilidad y generosidad hacía los demás, ¡cuídense, y no se duerman!

Con respecto, y afecto,



Pepe Bejarano

todomotorsevilla@gmail.com

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