EL COCHE EN CASA
Es verdad que año tras año el
parque móvil de un país crece y se avejenta, también es verdad que los espacios
cada vez son más restringidos. Esto viene a cuento, porque hay quien piensa que
nuestro coche, el de cada uno, es un problema, no el de los demás. “Es increíble la cantidad
de vida que cabe en el espacio que ocupan dos toneladas de metal”,
señala uno de los partidarios de reducir las plazas de aparcamiento en las
ciudades.
¡Ay, de aquellas noches cuando
nuestros coches dormían en la calle y gratis! Hoy tenemos que buscarnos un
desorbitado parking al lado de casa o del trabajo. Y eso, si no tenemos que
movernos con el vehículo de un lugar a otro y estacionar previo pago.
Y todo este ramillete de
pensamientos sueltos, tiene que ver con esta afirmación: “Como alcalde,
no tengo la obligación de buscarle a nadie dónde aparcar su coche”,
recogía esta semana 'El Diario de Cádiz' de boca del alcalde de Pontevedra,
Miguel Anxo Fernández del BNG, una declaración que se viralizó en pocas horas.
Quizá usted no se haya dado
cuenta, pero es probable que en su ciudad ya haya muchas menos plazas de
aparcamiento gratuitas que hace unos años. Los procesos de peatonalización de
muchas capitales de provincia han implicado forzosamente la expropiación de ese
espacio que en muchos casos servía para el estacionamiento nocturno de
vehículos privados. “Para mí es como si usted se compra una vaca y me pregunta
que dónde la pone o si se compra un congelador y no tiene sitio en su casa y me
dice que quiere un hueco en la calle donde ponerlo”, razonaba el alcalde. “El
coche es igual”. Contundencia ante los que se quejan de las medidas del Ayuntamiento:
“Si no interesa, pues métase el coche donde le quepa. Es duro pero es así”.
“Tras el tema del aparcamiento
hay una utilización de un bien público, que se llama calle y que hemos pagado colectivamente”,
valora el urbanista José María Ezquiaga, profesor de la Universidad Politécnica
de Madrid, presidente de la Asociación Española de Técnicos Urbanistas y
miembro del consejo asesor del Ayuntamiento de Madrid. “Esas calles con
aparcamiento las han pagado tanto los que tienen automóvil como los que no”. De
ahí que cada vez sea más común que, igual que se exige un canon para instalar
terrazas o por un vado en la acera, se haga lo propio con un impuesto
específico a los usuarios de automóviles.
El profesor de la Universidad
de UCLA Donald Shoup publicó en 2005 'The High Cost of Free Parking', cuyo
título deja lugar a pocas dudas. Para el autor, los problemas generados por el
parking gratuito son de una de esas “tragedias de los bienes comunales” en las
cuales individuos racionales destruyen un recurso compartido en contra de su
interés. En este caso, cientos de miles de personas compiten cada día por un
recurso limitado gastando su tiempo y produciendo externalidades negativas como
contaminación o ruido y sustrayendo ese espacio a otros usuarios.
Otras ciudades españolas van
recortando poco a poco el “subsidio” al automóvil. Sevilla, otro ejemplo
internacional, eliminó 5.000 plazas para construir su carril bici.
Sin duda, después de lo
expuesto puedo hacer varias reflexiones:
Primero: ¿Realmente el coche
es el responsable de todos los males que están ocurriendo en nuestra sociedad?
Segundo: ¿Hay alguien que está
interesado en acabar con el sector del automóvil y las empresas directas e
indirectas que tienen que ver con el sector?
Tercero: Antes de llegar a
estas conclusiones, opiniones y datos que quieren que aquellos que tenemos un
vehículo lo cambiemos por un patín, tengo que decir que a estos señores no les
falta razón.
Pero, ¿Por qué son tan torpes
los políticos que nos gobiernan?
Si tuviéramos profesionales
bien asesorados, no cometerían las tropelías que realizan cada día en las
ciudades.
Ejemplo: Antes, en la mayoría de los edificios que se construían no se
hacían ascensores, hoy pensando que los jóvenes algún día llegarán a ser personas mayores, la mayoría con sus
facultades físicas algo mermadas, por lo que se ha pensado que los edificios
con más de tres plantas hay que habilitarles uno, para hacerle a nuestros
mayores la vida más agradable y fácil.
Nada, que vuelve a cogernos el
toro, ¡somos así!, vivimos el aquí y el ahora, y esto es consecuencia de
aquellos que vislumbran un futuro para todos nosotros, solo pensando en ellos.
"Es como si usted se
compra una vaca, no tiene sitio en su casa y me dice que quiere un hueco en la
calle donde ponerla, el coche es igual".
Al final, siempre pagamos los
mismos.
Con afecto y respeto,
Pepe Bejarano
todomotorsevilla@gmail.com
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