escuela
de calor
El Coronavirus ha quitado a
muchos vehículos de las carreteras este verano. Por unas circunstancias o por
otras, en las ciudades ha aumentado el tránsito
de vehículos por ende estos han desaparecido de las carreteras. Eso no
significa, que el “el conductor impulsivo, irresponsable y temerario se haya
ido de vacaciones”, allí por donde caminamos, allí está
la criaturita haciendo de las suyas.
En mi cuaderno de viaje de
este VERANO´20 he anotado algunas perlitas que son “para echarle de comer
aparte”:
He notado mucho relajamiento
en los profesionales del volante, conductores de auto taxi, y conductores de
furgonetas de reparto. Unos y otros que están pegados al asfalto prácticamente
todo el día comenten a veces infracciones que ponen en riesgos a otros conductores.
Lo de señalar con el intermitente el cambio de carril o dirección es algo a lo
que ya estamos acostumbrados, pero como tenemos que guardar la distancia de
seguridad la mayoría de las veces solo nos produce un cabreo intermitente.
¡Cuidado!, me estoy refiriendo
a los conductores profesionales por la cantidad de horas que se llevan delante
del volante, y que, para mí, deberían dar ejemplo. Eso no quita que los otros
conductores, que van y vienen en sus turismos,
sean “unas hermanitas de los pobres”, ¡ni mucho
menos! Todos sin excepción estamos obligados a cumplir las normas. Aquí no hay
ningún “Rey del volante” exento de responsabilidades.
Hecha esta aclaración volvamos
a las anotaciones:
Otra de las infracciones en
ciudad −sobre todo− cometidos por los “profesionales del volante” son los
excesos de velocidad en vías que no procede, el cambio continuo de carril como
si la ciudad fuera su FAST FURIOUS (Rápidos y furiosos) de tres al cuarto.
No vayan predispuestos a observar lo que les estoy contando, solo pongan un
poco de atención y, lamentablemente, comprenderán
porqué hoy los he traído a formar parte de estas
líneas.
Otros, a los que nunca les he
tenido en mi punto de mira, han sido a los motoristas (algunos), que salen en
verano especialmente como los melones y las sandías.
Estos piensan que quizá por
ser más vulnerables sobre el asfalto hay que tener un miramiento especial con
ellos.
Entre mis anotaciones puedo
ver a aquellos que no señalan giros, adelantamientos, que circulan especialmente
por el carril izquierdo preferentemente, y cuando, los demás estamos parados en
un semáforo, llegan ellos desde atrás, y cruzan su moto delante de tu coche. Sí, esos también que van con el tubo escape poco
silencioso y contaminando sin que nadie les advierta de ello. Los conductores
de motos y ciclomotores también están obligados a cumplir las normas.
Y voy a cerrar hoy mi cuaderno
de notas, ese al que le doy una vueltecita de
vez en cuando por La Rotonda, y refresco de vez en cuando para poner en el escaparate
eso que nos encontramos cada día desde que salimos de casa hasta que volvemos.
Cada día podríamos escribir uno sin límites. Por eso cuando la DGT realiza
campañas semanales, no nos podemos poner las manos en la cabeza cuando vemos
los resultados.
Por último, una perlita del
verano, conductores “cerditos”, aquellos que vacían sus ceniceros por la
ventanilla, aquellos que van comiendo al volante y tiran de todo por la
ventanilla, y, por último, conductores “pirómanos”, esos que fuman en sus
vehículos y tiran sin contemplaciones las colillas encendidas sin tener en
cuenta que pueden provocar un incendio con esta acción.
Conclusiones, que cada vez
tengo más lleno mi cuaderno de viaje, que aquí cabemos todos: bomberos, jueces, administrativos, azafatas,
periodistas, y que sigo creyendo que pocas multas se pagan en este país, o las
sanciones se las pasan algunos por el forro, si
no, no entiendo cómo se producen tantas infracciones de tráfico en España.
Una escuela de calor para los
intrépidos del volante, eso sí, sin aire acondicionado que sufran, y que se lo piensen
dos veces antes incumplir las reglas,
Con afecto y respecto, estoy
abierto a sus comentarios, precisiones e incluso críticas en el correo abajo
indicado,
Pepe Bejarano
todomotorsevilla@gmail.com
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