Estados Unidos es el país con
el mercado más exuberante en todo lo relacionado con el sector del motor. Entre
los coleccionistas americanos ha surgido un nuevo ‘capricho’: los modelos
llamados ‘resto-mods’: que consiste en restaurar y modificar la mecánica de
vehículos clásicos americanos de los años 50 y 60 para que puedan alcanzar
velocidades propias al siglo XXI.
Estos modelos permiten a los
compradores el poder personalizar los coches al máximo para crear modelos
únicos que reunen lo mejor de ambos mundos, vintage por fuera, modernos por
dentro.
¿Requieren de cuidados
especiales?
Con respecto a los cuidados
que deben tener este tipo de coches, es importante diferenciar entre modelos
puramente vintage, sin restaurar, y modelos restaurados.
En ambos casos, existen una
serie de mantenimientos a realizar inherentes al propio automóvil,
independientemente del año de fabricación, tales como el cambio de filtros y
aceite, pastillas de frenos, cambio de anticongelante, comprobación del buen
estado de las ruedas, revisión de la correa de distribución, y demás tareas que
a día de hoy todavía son necesarias en los coches contemporáneos.
Sin embargo, existen ciertas
particularidades aplicables a un modelo clásico:
La pintura de los coches
modernos contiene una serie de aditivos e imprimaciones para hacerla más
resistente, algo que no ocurría con los coches clásicos, cuyas propiedades la
hacían más vulnerable ante los efectos de la luz del sol o el óxido.
Los materiales empleados
antiguamente para los mandos, tapizados, volante o cambio de marchas, pese a
ser de buena calidad también pecaban de un desgaste más prematuro del que se
puede ver en los coches actuales, requiriendo de unos cuidados más exhaustivos
y constantes. Existen productos específicos para dichos cuidados, sin embargo
es conveniente acudir a alguien especializado en el sector de coches clásicos
para que aconseje que tipo de producto usar puesto que un uso inadecuado podría
ser fatal y restarle valor.
Sería recomendable contratar
un seguro específico para coches clásicos, como los que ofrece la compañía
Classic Cover, especialistas en seguros para motos y vehículos clásicos y que
ofrecen cobertura completa, ya que pueden surgir determinados problemas que en
un taller de reparaciones convencional no sean capaces de solucionar con
soltura.
La mecánica y recambios son un
punto clave puesto que ahí está la principal diferencia entre un vehículo
clásico y uno moderno. La ventaja de no tener elementos electrónicos en un
vehículo clásico supone una reducción del número de averías, algo que sin
embargo no es aplicable a los coches restaurados, que incorporan elementos
modernos.
En cuanto a las piezas de
recambio existen mercados específicos y ferias de profesionales del sector
donde localizarlas supone todo un reto, pero al mismo tiempo un deleite para
los coleccionistas más acérrimos.
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