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Pero ni el fabricante ni la productora querían destrozar un vehículo de tales características. Hubo otra unidad con el mismo color que había sufrido varios accidentes y se encontraba bastante dañada en las instalaciones del fabricante italiano, por lo que era la unidad perfecta para usarla en una escena estrellándola.
Durante estos 50 años no estuvo claro donde se encontraba esta unidad que apareció en la película o si seguía “viva”. Lamborghini entregó una vez finalizada la película a un cliente en Roma el Miura P400 3586; el propietario actual, la Colección Kaiser de Vaduz, lo compró en 2018 y envió el vehículo a Lamborghini Polo Storico, la división del fabricante italiano que restaura sus clásicos.
Pidieron a sus expertos que comprobaran la unidad y consiguieron certificar la documentación del vehículo además de recabar testimonios de ex trabajadores que estuvieron relacionados con el Miura 3586, confirmando el hallazgo.
Con motivo del 50 aniversario del estreno de la película, Lamborghini muestra al público la recuperación de una unidad tan especial.
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