A pesar de garantizar un
derecho universal como la movilidad, tributa actualmente al 10%, como la
hostelería o los espectáculos deportivos
Si se redujera al 4%, se
podrían inyectar 150 millones de euros al sistema con vistas a invertir en
mejoras del servicio (renovación flotas, etc.)
La asociación de transporte
público ATUC, que engloba a los principales operadores en nuestro país,
considera que la propuesta de Bruselas de flexibilizar el IVA abre la puerta a
que el transporte público pueda pasar del tipo actual reducido del 10% al
superreducido del 4%.
La directiva que plantea la
Comisión Europea daría libertad a los estados miembros para determinar a qué
productos o servicios se les aplica un tipo u otro. En el caso del transporte
público, si se le aplicara el tipo superreducido del 4%, se traduciría en una
inyección de 150 millones de euros al sistema, que servirían para invertir en
mejoras de servicio como transición hacia flotas más sostenibles, mejora de las
frecuencias de paso, etc.
El transporte público tributa
actualmente al IVA reducido (10%), al igual que el ocio por ejemplo, ya sea la
hostelería o espectáculos deportivos. Una equiparación injustificada, ya que el
transporte público garantiza la movilidad universal (independientemente de
edad, salud física, niveles de renta, etc.) y, por tanto, debe considerarse
como bien de primera necesidad.
Este cambio en la tributación
permitiría tener más recursos para afrontar el desafío actual al que se
enfrenta el transporte público, que debe liderar el replanteamiento de la
movilidad en las ciudades sobre las bases de la sostenibilidad y la tecnología
para mejorar la experiencia de servicio de usuario.
ATUC explica que esta
hipotética bajada del IVA apenas tendría impacto en el bolsillo del usuario al
estar los billetes subvencionados. Y es que de media, un viajero paga a través
de las tarifas la mitad del coste del servicio que recibe. Por el contrario, sí
supondría un revulsivo para acometer mejoras del servicio y tener un sistema
donde la relación calidad/precio sea todavía más evidente.
En la actualidad, los precios
de los billetes y abonos en España están muy alineados con los niveles de renta
de la población y son más bajos que en otras ciudades europeas. Por citar un
ejemplo, el abono de transporte mensual en Berlín es casi 25 euros más caro que
en Madrid, cuando ambas ciudades tienen un PIB similar (datos Barómetro EMTA
2015).
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