Los coches de hoy en día no
sufren como antes los problemas de arrancar en frío, pero en España buena parte
del parque de automóviles tiene más de 8 años y sufren en los fríos inviernos.
Antes de nada, si un coche está en perfecto estado no debería tener problemas a
la hora de arrancar pero lo cierto es que la falta de puesta a punto nos juega
malas pasadas en muchas ocasiones.
Hace poco hablamos de algunas
soluciones para que el invierno no estropease tu coche y hoy nos centraremos en
el momento del arranque. Porque si el mantenimiento del coche no ha sido
ejemplar y aparecen los problemas con la puesta en marcha, os dejamos unos
cuantos consejos que pueden ayudar y que pueden ser aplicados a la gran mayoría
de vehículos.
Resguardado
No hace falta decir que si el
coche está bajo techo tienes muchas más posibilidades de arrancar tu coche sin
problemas, aunque esto no siempre sea posible. En el caso de que tengas que
aparcar en la calle, lo mejor es buscar un sitio no muy expuesto, que esté
resguardado del viento y si es posible debajo del alumbrado público, que algo
puede ayudar.
Batería
La batería es uno de los
elementos que más problemas sufre en invierno. Una batería muy fría tiene mucho
menos poder de arranque que otra más caliente. Así que, un buen paño caliente y
seco sobre la batería unos minutos antes de arrancar puede ser una primera
opción interesante. En el caso de que la batería esté averiada, te compartimos
estos consejos para comprar una nueva.
Aceite
Para casos extremos, conviene
saber que un aceite menos viscoso (más fluido) facilita el arranque en frío.
Esta práctica está más extendida en motores de competición teniendo en cuenta
la temperatura del lugar donde se corre. Otra opción son los aceites
multigrado, capaces de conseguir una mejor viscosidad para arrancar sin
problemas en invierno.
En diésel
En coches diésel, puedes
accionar un par de veces los calentadores; aunque abuses un poco de batería, el
motor de arranque seguramente deba trabajar menos. Siempre habrá que esperar a
que se apague el testigo de los calentadores (con forma de muelle), para
intentarlo de nuevo.
En gasolina
En motores de gasolina
cuidando bien las bujías no tendrías que tener problemas con el arranque. Este
elemento sirve para producir la chispa que enciende el motor y si su estado no
es el correcto es probable que haya problemas para arrancar. En un coche de
gasolina se contará con la ventaja de no necesitar tanto tiempo a ralentí como
en un diésel.
Carburación
Si se trata de un motor de
carburación puedes probar a dar dos o tres pisotones rápidos y a fondo antes de
darle al contacto. Ayudarás a cebar el carburador y facilitarás el arranque.
Filtros
Cambia periódicamente los
filtros de aire y filtros de combustible para facilitar el arranque. Hace
tiempo hablamos de los distintos filtros que tienen los coches y algunas claves
para su correcto mantenimiento. De hecho, el filtro de partículas en coches
diésel es uno de los que más problemas suele dar.
‘A capón’
Si no consigues arrancar el
coche solo te queda buscar un pequeña caída en la calle y dejar el coche en
punto muerto, con la inercia cogerás velocidad y es en ese momento cuando metes
la segunda marcha y el coche debería arrancar.
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