Cerca de medio millón de personas en España padece alguna discapacidad que les afecta a la conducción de vehículos
Resultados del estudio sobre
discapacidad y permiso de conducción realizado por FESVIAL y la Fundación CNAE
en colaboración con Fundación ONCE
El 17% de las personas que
obtuvieron el permiso de conducir no pudieron disponer de un vehículo adaptado
FESVIAL solicita a la
Administración que provea los recursos necesarios para poder dotar a los centros
de formación de la equipación necesaria
Menos del uno por ciento de
las autoescuelas están preparadas para la formación de discapacitados
CNAE alerta de que el 8% de
las personas que obtuvieron el permiso de conducir tras una discapacidad
tuvieron que poner a disposición de la autoescuela su vehículo adaptado
Cerca de medio millón de personas
en España padece alguna discapacidad que les afecta a la conducción de
vehículos, pero sólo unas 60.000 tienen prescrito el uso de adaptaciones en su
vehículo.
El objetivo de este estudio es
conocer la realidad que viven las personas con discapacidad en España respecto
a la conducción, y analizar las dificultades a las que han de enfrentarse, no
solo para conducir, sino también para acceder a los permisos.
El estudio, realizado por
FESVIAL y Fundación CNAE, en colaboración con Fundación ONCE, ha puesto de
relieve, en palabras de Javier Llamazares, director general de FESVIAL, entre
otros aspectos, “las dificultades de los discapacitados a la hora de obtener el
permiso de conducir, ya que pocas autoescuelas en España tienen los recursos
necesarios para llevar a cabo una formación óptima para este sector de la
población. Desde FESVIAL se solicita que las administraciones públicas ayuden a
estas autoescuelas a incluir estos recursos, ya que menos del uno por ciento de
las autoescuelas españolas están preparadas para la formación de personas con
discapacidad”, subraya Llamazares.
En los últimos años, las
nuevas oportunidades para las personas con discapacidad han hecho que de nuevo
se hable de la necesidad de redefinir el equilibrio que garantice su seguridad
y la de los demás usuarios de la vía.
Roberto Ramos, director de
Formación en la Fundación CNAE, alerta de que los profesores de autoescuelas
“no están totalmente preparados para formar a alumnos discapacitados. En este
sentido la legislación y el propio Reglamento General de Conductores presenta
lagunas ya que no prevén qué tipo de adaptaciones hay que contemplar”.
“Lo habitual es que sea el
propio alumno el que tenga que realizar las adaptaciones al vehículo con el que
se formará en la autoescuela”. De hecho en este estudio se pone de manifiesto
que el 17% de los alumnos que obtuvieron
el permiso de conducir, se encontraron con el problema añadido que supone la no
disponibilidad de un vehículo adaptado.
“Cada discapacidad es un mundo
y tiene diferentes grados, por lo que es muy difícil tener un modelo vehículo
universal adaptado a cada uno de estos alumnos”, señala Ramos.
La presentación de este
estudio tuvo lugar en la sede de Fundación ONCE en Madrid en el marco de una
jornada titulada ‘Discapacidad y acceso al permiso de conducción’ y que contó
con la presencia de María José Aparicio, subdirectora adjunta de Conocimiento
Vial de la Dirección General de Tráfico; Jesús Hernández, director de
Accesibilidad Universal de Fundación ONCE; Javier Llamazares, director de
FESVIAL, y José Miguel Báez, presidente de la Fundación CNAE.
En su intervención, Aparicio
puso de manifiesto la importancia que tendrá esta jornada a la hora de reformar
el Reglamento General de Conductores y la normativa por la que se rigen los
Centros de Reconocimiento de Conductores, que, según dijo, deberán ofrecer mayor formación sobre
discapacidad a sus profesionales. “Necesitamos seguir especializando a los
médicos que se encargan de reconocer a nuestros conductores”, afirmó la
subdirectora adjunta de Conocimiento Vial de la DGT.
Por su parte, Jesús Hernández
subrayó lo que supone para una persona con discapacidad tener la independencia
de poder ser autónomo en la conducción. “Poder conducir nos da libertad”,
aseveró. A su juicio, este estudio -cuya
encuesta ha realizado Fundación ONCE a través de ILUNION Tecnología y
Accesibilidad- es importante porque valora las dificultades que tiene este
colectivo a la hora de conducir y “nos anima a seguir trabajando para lograr
conducir de forma autónoma”.
Finalmente, Báez abogó por que
administración, autoescuelas y Fundación ONCE hagan un “esfuerzo combinado” y
pongan al servicio de las escuelas de conducción una serie de vehículos
adaptados que puedan usar los alumnos que los necesiten en cada momento.
Este estudio ha permitido
comprobar que en la mayoría de los casos, la discapacidad no está
necesariamente reñida con la conducción. Sin embargo, algunas personas se
encuentran con obstáculos importantes a la hora de poder ejercer su derecho a
conducir, o más concretamente, a la hora de poder acceder a un permiso de
conducción.
Resulta llamativo que más de
un 8% de las personas que obtuvieron el permiso de conducir tras su
discapacidad se vieron obligadas a poner a disposición de la autoescuela un
vehículo adaptado a sus necesidades.
Las personas que no
consiguieron obtener el carnet, mencionan en mayor medida problemas en el
proceso y, en general, lo valoran peor, con una diferencia notable que va de
los 7 puntos sobre 10 de media en el caso de las personas que obtuvieron el
permiso a los 4,73 puntos sobre 10 en el caso de las que no.
Estas dificultades ponen de
manifiesto la necesidad de mejora en el proceso de obtención de los permisos de
conducción, a fin de conseguir la igualdad de oportunidades en el acceso al
permiso, que tan importante es en términos de autonomía para las personas con
discapacidad, y que puede contribuir a mejorar en justicia en nuestras
sociedades, sin por ello bajar la guardia en el reto constante que supone la
seguridad vial.
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