Según el Departamento de Transporte de los Estados Unidos, si conduces hacia y desde el trabajo a diario, es probable que pases al menos una hora al día sentado en tu auto. Y a veces, ese tiempo puede distorsionar tu naturaleza normalmente apacible y volverte un toro salvaje lleno de arrogancia. Sin embargo, al conservar la calma durante un episodio de violencia vial, ya sea de alguien hacia ti o de ti hacia alguien más, es importante mantenerse concentrado, reduciendo tus niveles de estrés y librándote de la experiencia sin problemas. La violencia vial involucra comportamientos tales como realizar gestos obscenos o provocativos, gritar, maldecir y conducir muy cerca a otro vehículo. También puede consistir en detener un auto y caminar hacia el conductor para gritarle e insultarle. En algunos casos, se produce violencia física, algo que definitivamente quieres evitar, por lo que este artículo está dirigido al primer conjunto de comportamientos y tiene como objetivo mantenerte calmado para evitar llegar hasta el contacto físico o ser perseguido en la carretera por un conductor o una víctima violenta.
Método 1 de 2: Violencia vial por parte de otra
persona
Piensa en la razón por la que la otra persona está
mostrando señales de violencia vial hacia ti, como enseñarte el dedo medio. ¿Le
estás cerrando el paso, acelerando cuando va a sobrepasarte o yendo demasiado
lento por la vía rápida? Si no se trata de tu forma de conducir, ¿quizás tienes
alguna calcomanía que haya provocado su reacción violenta? Evidentemente, hay
muchas otras razones para un comportamiento ridículo producto de la furia de
una persona, pero si estás contribuyendo a este comportamiento en alguna forma,
es bueno saber que puedes tratar de cambiar lo que podría estar provocándolo.
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Comprende que la persona violenta es un ser humano.
Al igual que tú, esta persona también va al trabajo, tiene una serie de
experiencias a lo largo del día, detesta los embotellamientos, gruñidos y
respirar el humo de los autos, y como tú, no siempre es perfecta. Sin embargo,
tal vez a diferencia de ti, esta persona podría haber tenido experiencias nefastas
que la han llevado a tener un mal comportamiento durante el trayecto. Para
algunos conductores, la carretera siempre saca a relucir sus deseos más
primitivos y hace que vean el conducir como una suerte de competencia o un
juego ofensivo en el que necesitan probarle a los demás que ellos tienen el
control y que tu solo estás en su camino o no estás siguiendo sus reglas. Esto
no justifica su comportamiento de ninguna manera, pero te ayuda a comprender
que su razonamiento probablemente no sea el adecuado. Este es un motivo más que
suficiente para permanecer tan calmado como sea posible; de esta manera, podrás
responder con claridad y continuar apreciando su calidad humana. La mayoría de
razones que podrían haber provocado que esta persona se comporte inadecuadamente
en la carretera puede comprender un elemento de irracionalidad o arrogancia del
que tienes que cuidarte para no darle más motivos. Estas razones podrían ser:
Cansancio
Haber tenido un mal día
Drogas o alcohol
Compañeros de viaje que lo molestan o provocan
Enojo hacia la vida misma
Miedos o ansiedades acerca de conducir o estar en
medio del tráfico
Una necesidad urgente de llegar a algún lado
Disminuye la velocidad, hazte a un lado y déjalo
pasar. La mayoría de las personas enfadadas tiene prisa para llegar a algún
lado (incluso si no es importante, parece serlo para ellas), y están
convencidas de que estás interponiéndote en su camino. Evita cualquier tipo de
contacto, cuanto más lejos y más rápido te dejen atrás, será mejor. De ser
necesario, cambia tu ruta para evitar un contacto posterior. Estarás más
tranquilo cuando llegues a tu destino.
Emplea el humor para desviar la rabia. Cuando
alguien te enseña el dedo medio y quieres permanecer calmado, finge que te
están diciendo que eres el número uno o simplemente ríete de sus gestos
obscenos o gritos. Piensa en él como un pez dorado atrapado en una pecera
moviendo su boca.
Concéntrate en las cosas que harás cuando salgas del
tráfico y te encuentres lejos de esta conducta molesta. Piensa en lo que harás
al llegar a casa, como tomar un baño relajante, meterte a la cama, leer, etc.
Piensa en tus hijos, en tu familia o en tus amigos y pasa tiempo con ellos
apenas puedas.
Ignora el comportamiento de los conductores producto
de la violencia vial. Actúa como si ellos le insultaran o le gritaran al auto
de al lado o al que está detrás del tuyo. Sigue mirando al frente, sin
inmutarte por nada.
Sonríe. Sonreírle a un conductor violento es una
buena manera de molestarlo. Golpéalo con tu amabilidad.
Enciende la radio en tu emisora favorita. Canta al
ritmo de la música, para distraer tu atención del tráfico de hora punta, no
temas subir más el volumen. Por otro lado, puedes elegir música que te relaje
en lugar de una que te estimule o te anime. De cualquier manera, debes ser capaz
de crear una burbuja que te separe del fanfarrón irrespetuoso que se encuentra
más adelante.
Como alternativa, puedes conectar el iPod y escuchar
algún podcast que te interese, o quizás un audiolibro.
Método 2 de 2: Controlarte luego de que tú mismo
iniciaras el acto violento
Enfrenta tu propia inclinación a comportarte
inadecuadamente en la carretera. Si bien no es agradable admitir que sucumbes a
los momentos de antipatía y a los gestos inapropiados mientras conduces, si lo
haces, es importante reconocerlo para que puedas hacer algo al respecto.
Algunas señales que indican que contribuyes a la violencia vial son:
Miradas de desagrado y de furia a través del espejo
retrovisor
Murmurar en voz baja y refunfuñar
Proferir insultos o gritar, tal vez incluso amenazar
con el puño
Conducir muy cerca de un vehículo
Sentir ira por otros conductores.
Date cuenta de la manera en que tu cuerpo reacciona
a tu sentimiento de ira, odio o irritación al pensar que se están ignorando
“tus” derechos. Cuando sientes que estás furioso o en peligro, tus reacciones
corporales incluyen un aumento en tu frecuencia respiratoria, frecuencia
cardíaca, presión sanguínea y una descarga de adrenalina, cortisol y otras
hormonas inducidas por el estrés. Al suceder con poca frecuencia, es algo de lo
que puedes recuperarte. Aunque si experimentas estas reacciones con
regularidad, comienzas a poner en peligro tu salud a largo plazo, que incluye
males como estrés elevado, problemas del corazón, hipertensión y disminución
del sistema inmunológico como producto del estrés.
Emplea técnicas de respiración para tranquilizarte.
Respirar profundamente desde el diafragma es importante para calmarte y
relajarte. Asimismo, ayuda a desacelerar las reacciones mencionadas en el paso
anterior, incluyendo tu ritmo cardíaco y presión sanguínea. También deberías
notar una disminución en los niveles de sudoración. Acostumbrarte a respirar
profundamente cada vez que algo molesto se produzca mientras conduces puede
ayudar a calmarte. Haz esto cada vez que alguien se atraviese en tu camino,
conduzca muy lento delante de ti o cuando gire inesperadamente. Hazlo cada vez
que suceda algo que pueda incrementar tu ira.
Haz de lado tu perfeccionismo y déjalo. Esta es tu
percepción de que eres buen conductor, no la suya. Sin duda él piensa que eres
tú el pésimo conductor. Probablemente la realidad se encuentre en un punto
intermedio entre los dos. Sin embargo, ambos están definitivamente propensos a
cometer errores en un momento u otro, y algunos de estos errores se
manifestarán en la carretera. ¿Eres lo suficientemente maduro para admitir que
su error, si bien desafortunado, es algo que fácilmente podrías haber cometido
también?
Piensa que la otra persona es un ser humano. Como se
discutió en la sección anterior, al humanizar a la persona que te ha molestado,
dejas de verla como una fortaleza impenetrable de enfado y comienzas a percibir
que está tan vulnerable, agotada, aburrida del tráfico y ansiosa de llegar a su
destino como tú.
La gente en los autos a tu alrededor son madres,
padres, hermanos, hijos, primos, tíos, jefes y compañeros de trabajo. Están
llenos de esperanzas, temores y deseos al igual que tú. Quizás algunos de ellos
estén menos concentrados de lo normal y hayan cometido un error de juicio pero,
¿eres tan perfecto para sentirte con derecho a juzgarlos?
Guarda imágenes en tu panel de instrumentos para
recordarte las cosas o personas que realmente importan. Una foto de tu esposa,
hijos, amigos o una mascota puede mantenerte centrado cuando empieces a
sentirte molesto por algún otro conductor. Mira esta foto mientras respiras
profundamente, para ayudarte a recordar lo que en verdad importa y por qué es
importante mantener la calma.
Simplemente muéstrale al conductor enfadado la señal
de la paz y sonríe. A menudo esto calma la situación. Si no lo hace, continúa
con los pasos y trata de encontrar una forma de marcharte si esta aumenta hasta
un nivel peligroso.
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Consejos
Si el conductor violento comienza a perseguirte o te
lanza algo al auto, mantén la calma. Llama a la policía o a la patrulla de
carreteras. Intenta recordar la descripción del vehículo, del conductor y si es
posible, el número de placa para informárselo a la policía. Dirígete a la
estación de policía o zona poblada más cercana. En el camino, conduce con
calma, y si puedes, realiza al menos cuatro giros hacia la derecha (o izquierda
en el caso del Reino Unido, Nueva Zelanda, Australia o Irlanda). Es probable
que tu perseguidor se dé por vencido ya que estás conduciendo en círculos.
Actúa con madurez frente a la situación.
Si te insulta o te grita por una buena razón (aunque
este fuera un error) di que “lo sientes”. Eso podría recordarle que eres
simplemente un ser humano y que no solo buscas irritarlo.
La psicología moderna ha demostrado que los pensamientos
que tenemos acerca de una situación a menudo anteceden a la manera en la que
nos sentimos al respecto. No obstante, en el calor del momento estos
pensamientos o conocimientos no siempre se pueden percibir de manera racional o
consciente, pero las consecuencias emocionales y conductuales seguramente sí.
Las buenas noticias son que estos pensamientos irracionales pueden ser
remplazados con otros más racionales y así mejorar profundamente la manera en
que nos sentimos y reaccionamos automáticamente ante determinadas situaciones
cargadas de emociones. Revisa un buen libro de autoayuda sobre terapia
cognitiva conductual.
Siempre piensa antes de hacer las cosas, imagínate
en situaciones que considerarías “riesgosas” y analiza, discute y pon en
práctica lo que harías antes de encontrarte frente a una de ellas.
Recuerda: cualquiera que te enseñe el dedo medio o
se enfade en medio del tráfico lo hace porque tiene problemas. No tiene nada
que ver contigo. Esa persona se merece tu compasión ya que algo está mal en su
vida.
Recuerda que son solamente un dedo medio y un par de
insultos. Lo del dedo medio es de cobardes que no dicen lo que piensan. Los
insultos vienen de gente llena de rabia que está demasiado temerosa o es muy
arrogante como para conseguir ayuda para controlar sus emociones. Sé capaz de
sentir simpatía, no solo demuestres tu ira.
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Advertencias
Mantén tu vista en el camino. Si te distraes por tan
solo un segundo, podría ser fatal.
La violencia vial nunca es segura. Trata de
permanecer calmado a toda costa.
Si tus hijos se encuentran en el auto, evita emplear
groserías y gestos inapropiados. Recuerda que ellos se percatarán de eso y lo
imitarán.
Evita la tentación de enfrentarte con algún
conductor enojado. Es posible que un saludo con la mano o un beso volado (o
incluso una verdadera sonrisa) se entienda como un sarcasmo o una burla y
podría provocar aún más a una persona enfadada. En el momento en que comienzas
a interactuar con la otra persona te conviertes en un combatiente, no en una
víctima, así que no lo hagas.
No salgas colgando por la ventana de tu auto, ni
tires objetos o toques lo bocina, eso solo causará más problemas. En lugar de
una, tendrás a varias personas molestas mirándote.
Fuente: wikihow
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