Actualmente la gama se compone de dos versiones de
gasolina — S 500 4MATIC de 455 CV y S 63 AMG 4MATIC de 585 CV — cuyos precios
de partida son 151 500 euros y 203 300 euros respectivamente.
En el habitáculo del S Coupé hay cuatro plazas dispuestas
en sendos asientos independientes. Los cinturones de seguridad de los
delanteros salen, acercados por un brazo extensible automático de los paneles
laterales traseros.
El conductor puede visualizar la información en dos
pantallas que hay en el salpicadero. Opcionalmente, está disponible un sistema
de información proyectada en el parabrisas en color (abarca una superficie de
21 x 7 cm y tiene una resolución de 480 x 240 pixel; según Mercedes-Benz, una
resolución de más de 60 pixel por grado garantiza una imagen nítida).
Otra opción es la almohadilla táctil que permite manejar
el sistema multimedia de forma similar a un teléfono móvil o una tableta.
Además, es posible escribir usando el dedo como herramienta letras y dígitos.
Dos tercios del techo están formados por un cristal cuya
transparencia se puede variar pulsando un botón (el sistema MAGIC SKY CONTROL
lo estrenó el Clase SLK). Los faros, con tecnología LED, pueden estar adornados
con «no menos de 47 cristales de Swarovski» (17 para las luces diurnas y 30 en
los intermitentes; imagen). La cámara trasera está oculta tras la estrella de
Mercedes-Benz
De momento, solo hay información del S 500 Coupé y del S
63 AMG pero en las imágenes aparece, además de un S 500 Coupe 4MATIC, un S 400;
en el Clase S berlina, el S 400 es un híbrido. El S 500 tiene un motor de ocho
cilindros en V sobrealimentado por dos turbocompresores. Da 455 CV. La versión
S 63 AMG también tiene un motor V8 sobrealimentado por dos turbocompresores.
Tiene 585 CV. En ambas versiones, hay un sistema en el escape compuesto por dos
válvulas que modifican el sonido según las revoluciones del motor y el programa
seleccionado.
La suspensión opcional MAGIC BODY CONTROL tiene las
funciones ya vistas en el Clase S berlina — permite detectar con antelación
grandes ondulaciones (como un paso peatonal sobreelevado) en la calzada y
preparar la suspensión para que los ocupantes las noten lo menos posible— y una
nueva, capaz de, mediante la cámara que identifica las irregularidades y un
sensor de aceleración lateral, reconocer las curvas hasta 15 m antes de llegar
a ellas e inclinar la carrocería hacia el lado interior un máximo de 2,5
grados. Esta función, seleccionable por el conductor, es operativa entre 30 y
180 km/h.
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