• Reminiscencias de los
orígenes: la pista original casi no ha cambiado.
El Gran Premio de Lyon está considerado como el origen de todo tipo de
competición automovilística, incluyendo la Fórmula 1. En el evento de 1914,
Opel inscribió tres coches de carreras. Ahora, 100 años después, la marca
vuelve a la exhibición centenaria que se celebrará del 1 al 3 de mayo con esos
mismos coches, además de un Opel muy especial: el famoso “Monstruo Verde” con
su motor de 12,3 litros, 260 CV y 700 Nm de par. Estos coches darán a los
espectadores actuales toda una experiencia de la visión y el sonido que cautivó
al público hace un siglo.
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Gran
Premio de Lyon de 1914: Duelo franco – alemán
El 4
de julio de 1914, víspera de la Primera Guerra Mundial y a pesar de las
múltiples tensiones en Europa, el Automóvil Club de Francia (ACF) mantuvo su
primer Gran Premio de Lyon. El Gran Premio del ACF había sido un evento anual
disputado en diferentes escenarios desde 1906. Era lo más destacado de la
temporada europea de competiciones y el antecesor de la moderna competición
automovilística profesional actual.
La
competición de 1914 incluía la participación de 14 fabricantes representando a
seis países, en una agotadora carrera de 750 kilómetros. Opel inscribió tres
coches de carreras. Al volante del coche que partía con el número 2, fue
contratado el piloto de Opel Carl Jörns, sin duda el mejor piloto de
Rüsselsheim. Los otros dos coches blancos estaban tenían al volante a Emil
Erndtmann y Franz Breckheimer. Como era costumbre en aquellos tiempos, los
conductores estaban acompañados por mecánicos, cuya misión era controlar los
indicadores y agujas e incrementar la presión del depósito de combustible con
una bomba de mano en caso de necesidad. Los mecánicos también tenían que ayudar
durante las paradas y solventar cualquier ocurrencia o imprevisto que pudiera
suceder.
Según
la nueva normativa de 1914, los coches de Grand Premio tenían que tener un
motor de 4,5 litros y el peso limitado a 1.100 kg. La tecnología de los coches
Opel era impresionante: cuatro válvulas por cilindro distribución vertical y
árbol de levas en culata. También era obligatoria la utilización de un árbol de
transmisión en sustitución de la habitual cadena.
Los
Opel tenían una afilada carrocería “torpedo” que contribuía a que pudieran
alcanzar una velocidad máxima de 160 km/h. Como era habitual en esos tiempos,
las ruedas delanteras no tenían freno. Solo las ruedas traseras tenían frenos
de tambor que se activaban con una palanca. Otro freno que se hacía funcionar
con el pedal del pie derecho era un pequeño tambor sensible a la temperatura
que actuaba en el árbol de transmisión. El pedal del acelerador estaba en el
centro, con el embrague a la izquierda. Las marchas de la caja de cambios de
cuatro velocidades sin sincronizadores, se cambiaban a través de una palanca en
el exterior.
Friedrich
“Fritz” Opel, hijo de Adam, fundador de la marca Opel, viajó hasta Lyon para
apoyar a sus conductores. El Gran Premio del ACF no tenía lugar en una pista de
carreras, sino que se utilizaban vías públicas que se cerraban y preparaban
especialmente para la carrera. La salida y meta del circuito de 36,7 km de
largo, al que había que dar veinte vueltas, estaba en Brignais, al sudeste de
Lyon, donde una gran pizarra mantenía a los espectadores al corriente del
desarrollo de la carrera. También había tribunas en otras localizaciones del
recorrido, pero la mayoría de los alrededor de 300.000 entusiastas del Gran
Premio lo seguían directamente desde el borde de la carretera.
Opel
empezó desde la primera fila. Carl Jörns estaba junto al piloto húngaro Ferenc
Szisz, conduciendo un Alda francés, que era una estrella internacional y el
ganador del primer Gran Premio en 1906. Las posiciones de partida se decidían
en un sorteo, ya que entonces no había tandas de clasificación entonces.
Como
presagio de los que iba a ocurrir, la carrera se desarrolló como un duelo entre
fabricantes de naciones que poco después estarían en guerra uno contra el otro
–Alemania y Francia. Aunque también participaban en la carrera fabricantes de
otros países difícilmente tenían alguna opción en la competición. Carl Jörns
hizo una buena carrera y después de más de ocho horas conduciendo terminó en
décimo lugar.
Gran
Premio de Lyon de 2014: Carrera de demostración de los coches de Gran Premio
más atractivos
Los
tres coches de Opel de 1914 están en la salida de la celebración este año del
centenario. Uno de ellos es de la colección histórica de Adam Opel AG y otro ha
sido prestado por su propietario de Munsterland. El tercer Opel ha hecho un
largo viaje, ya que siendo el propio coche de Carl Jörns, ha tenido que venir
desde California. Como ocurrió hace un siglo, el centro de la pista que casi se
mantiene igual, será de nuevo en Brignais.
Otro
destacado participante llamará la atención: Opel Classic inscribirá su
“Monstruo Verde”. Este también data de 1914, pero su impresionante motor de
12,3 litros le impedía participar en el Gran Premio de ACF. Hoy, esto no es un
problema ya que el Gran Premio de Lyon de 2014 no es una carrera, sino una
prueba de demostración de coches históricos. Este evento está abierto a todos
los coches sport y de competición construidos antes de 1956.
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