La marca milanesa celebra esta ocasión con diversas
propuestas: de las fotos homenaje de Lindbergh y Demarchelier a la exposición
histórica organizada en el HangarBicocca, pasando por la recuperación del
inédito Calendario Pirelli 1986 de Helmut Newton
Publicado por vez
primera en 1964, el Calendario Pirelli celebra este año en Milán sus primeros
50 años con una serie de iniciativas diversas, y en el marco de una velada
excepcional en el centro de arte contemporáneo HangarBicocca de Pirelli, que
tendrá como protagonistas a invitados, periodistas y coleccionistas del mundo.
Son varios los eventos organizados para celebrar la
ocasión del cincuentenario. El pasado mes de junio en Nueva York se organizó
una sesión de fotos con dos protagonistas de la imagen como Peter Lindbergh y
Patrick Demarchelier (autores de las ediciones de 1996 y 2002 el primero y 2005
y 2008 el segundo) para fotografiar a un grupo de modelos que representaban la
identidad visual de la historia reciente del Calendario: Alessandra Ambrosio,
Helena Christensen, Isabeli Fontana, Miranda Kerr, Karolina Kurkova y Alek Wek.
Ahora, coincidiendo con la acostumbrada gala a la que
asistirán unos 800 invitados, se inaugura una exposición histórica en el
‘HangarBicocca’ de Pirelli, en Milán, que recorre los 50 años de The Cal a
través de las más de 160 instantáneas de los más de 30 fotógrafos que han interpretado
el Calendario a lo largo de estos años.
Para celebrar el aniversario de “The Cal”™, Pirelli ha
decidido no hacer un ‘Calendario 2014’, sino desvelar por vez primera el
Calendario Pirelli 1986 realizado por Helmut Newton. Éste se había guardado hasta
ahora en el Archivo Histórico de la empresa, y ha sido reconstruido para la
ocasión por la Fundación Pirelli.
Ahora, pasados casi 30 años, Pirelli ha decidido
publicarlo, aprovechando tanto la ocasión de esta celebración como la
afortunada coincidencia del calendario de 1986 con el de 2014.
LOS 50 AÑOS DE “THE CAL”™: LA HISTORIA DEL CALENDARIO MÁS
FAMOSO DEL MUNDO
“The Cal”™ nace como proyecto exclusivo de Pirelli UK
Limited, la delegación inglesa del grupo milanés, que trabajaba con amplios
márgenes de autonomía. De hecho, fueron los ingleses los que, buscando una
estrategia de marketing para superar la competencia que les hacían en el
mercado nacional otros fabricantes británicos de neumáticos, en 1964 encargaron
a un fotógrafo inglés, Robert Freeman, retratista de los Beatles, que creara
bajo la dirección de Derek Forsyth un proyecto absolutamente innovador para
aquella época.
Fue así como vio la luz un producto editorial refinado y
exclusivo, con un valor artístico y cultural que desde el primer momento fue
más allá del campo de la moda y del “glamour”.
Desde entonces y durante 50 años, “The Cal”™ ha seguido
marcando el paso de los meses, ofreciendo – a través de las instantáneas de los
fotógrafos más famosos del momento – una lectura y una interpretación de las
costumbres que a menudo se adelantan a las nuevas tendencias.
Las tres vidas de “The Cal”™
La historia del Calendario Pirelli puede dividirse en
tres períodos diferentes:
El primer decenio, de 1964 a 1974, seguido de una larga
interrupción de las publicaciones (nueve años) debido a la recesión económica
mundial que desencadenó la guerra del Kippur y a la crisis del petróleo;
El segundo decenio, del 84 al 94, que comenzó con la
reaparición del Calendario y su paulatina vuelta al primer plano de la
actualidad;
Desde 1994 hasta hoy, a caballo entre dos siglos, período
durante el que “The Cal” se afianza como un objeto de culto capaz de marcar
tendencias.
El decenio de 1964 a 1974
Los años jóvenes de “The Cal”™ estuvieron marcados por el
creciente éxito de los Beatles, la música rock y la minifalda, pero también por
la protesta estudiantil y la movilización pacifista contra la guerra del
Vietnam. El Calendario se emancipa de su vocación inicial de “regalo de
empresa” para los clientes más importantes y se convierte en un objeto
exclusivo destinado a unos pocos privilegiados.
Las modelos son en su mayoría jóvenes en sus comienzos,
fotografiadas con el telón de fondo de playas exóticas y los escenarios
naturales más sugestivos y exclusivos. Pero de vez en cuando, de sus páginas
aflora la auténtica vocación del Calendario, que es estética y cultural a la
vez: “The Cal”™ aspira a convertirse en un símbolo del cambio de los tiempos.
Así, en 1968 Harri Peccinotti se inspiró en las poesías de Elizabeth Barret
Browning, Allen Ginsberg y Ronsard, y al año siguiente el mismo fotógrafo se
negó a hacer posar a modelos y fue a “robar” instantáneas en las playas
soleadas de California. En 1972 se le encargó por primera vez el Calendario a
una mujer, Sarah Moon, que rompió algunos tabúes de su época.
La interrupción de la publicación del Calendario,
anunciada en marzo de 1974, suscitó en los medios de comunicación británicos e
internacionales un clamor bastante mayor que su lanzamiento, señal evidente del
creciente éxito del Calendario Pirelli, que siguió viviendo durante los diez
años siguientes en una serie de libros, colecciones y antologías publicados en
varios idiomas. La obra más famosa sobre los diez años de “The Cal”™se publicó
en 1975, con un prólogo nostálgico firmado por David Niven.
El decenio del 84 al 94
Con estas premisas comienza el tan esperado renacimiento
del Calendario, teniendo como guía al nuevo director artístico, Martyn Walsh,
que para volver a los orígenes introduce en las fotografías una “cita”
discreta, casi subliminal, del principal producto del grupo: el neumático. En
las playas de las Bahamas, junto a espléndidas modelos fotografiadas para el
Calendario 1984 por Uwe Ommer, aparece una huella que resulta misteriosa para
la mayoría de la gente: es la banda de rodadura del neumático P6, la última
creación de la casa Pirelli. Una leve sombra, un dibujo trazado apenas, pero
omnipresente, una alusión a la tecnología que invade nuestra época.
En 1987, Terence Donovan creó el primer Calendario
dedicado por entero a la Venus negra: entre sus protagonistas, una Naomi
Campbell en sus comienzos, con apenas dieciséis años.
Al año siguiente, Barry Lategan introdujo por primera vez
un protagonista masculino en un “escaparate” tradicionalmente reservado a las
mujeres. En 1990, Arthur Elgort realizó el primer Calendario Pirelli todo en
blanco y negro, dedicado a los Juegos Olímpicos y a la directora de cine
alemana Leni Riefenstahl.
De 1994 hasta hoy
En 1993, una vez más al cumplirse diez años, y tras
cambiar la dirección en los vértices del grupo, tuvo lugar un cambio
importante. La comunicación de Pirelli se impuso a nivel internacional con
campañas publicitarias de gran éxito (se hizo famosa la del atleta de color
Carl Lewis, con zapatillas rojas y tacones de aguja) y el Calendario se
convirtió en uno de los instrumentos clave para comunicar la renovada imagen
del Grupo. La dirección artística del Calendario se trasladó al cuartel general
milanés y se decidió abandonar toda referencia o cita a los neumáticos. “The
Cal”™ volvió así a ser él mismo, una pura expresión artística sin vínculos ni
ataduras salvo los del estilo y el buen gusto. Por otra parte, la “P larga” es
una marca internacional que no se identifica con una sola familia de productos,
sino que evoca una amplia gama de valores y significados entre los que ocupa un
lugar destacado la innovación continua y la búsqueda de la excelencia,
elementos estos que han sido siempre uno de los estímulos del Calendario.
Herb Ritts inaugura en 1994 la nueva era de “The Cal”™
con un excepcional desfile de top models: Cindy Crawford, Helena Christensen,
Kate Moss y Karen Alexander. Su calendario, titulado “A Homage to Women”,
pretende plasmar en imágenes “a las mujeres de los años noventa y su lugar en
el mundo: mujeres orgullosas y seductoras, hermosas por dentro”.
Desde ese momento, el talento creador de los fotógrafos y
el encanto de las modelos se convierten, aún más que antes, en la piedra
angular del éxito del Calendario Pirelli. Se refuerzan de esta forma los lazos
con el mundo de la moda y el “glamour”: para las estrellas de la pasarela, una
foto en “The Cal”™ equivale a su consagración, y la competencia entre las
modelos jóvenes se hace cada vez más encarnizada.
Entre las protagonistas más glamurosas de las últimas
ediciones del siglo encontramos a Christie Turlington y (de nuevo) Naomi
Campbell en 1995 (fotos de Richard Avedon); Carré Otis, Eva Herzigova y
Nastassja Kinsky en el 96 (fotos de Peter Lindbergh); Inés Sastre y Monica
Bellucci (primera modelo italiana) en el 97. En 1998 Bruce Weber dedicó algunas
instantánea a estrellas de cine y de la canción masculinas, como Robert Mitchum,
John Malkowich, Kris Kristofferson, B.B.King y Bono; Alek Wek y Laetitia Casta
fueron las mujeres símbolo de 1999 de Herb Ritts y de la edición del año 2000 de Annie Leibovitz.
El siglo XXI empezó con un Calendario Pirelli realizado
en Nápoles por Mario Testino, con Gisele Bundchen y Frankie Ryder entre sus
protagonistas. En la edición de 2002 aparecían numerosas actrices y dos nietas
famosas: Lauren Bush (17 años, nieta de George) y Kiera Chaplin (nieta del gran
Charlie). El cast de 2003, una vez más de Bruce Weber, es especialmente rico, e
incluye la presencia de tres italianas (Mariacarla Boscono, Eva Riccobono y
Valentina Stilla), junto a famosas top models como Sophie Dahl, Heidi Klum,
Karolina Kurkova y Natalia Vodianova, y de nuevo personajes masculinos del
mundo del cine y el deporte (Alessandro Gassman, Stephane Ferrara, Richie La
Montagne).
El Calendario de 2004, la edición del cuarenta
aniversario, se centra en los sueños y deseos de mujeres célebres como
Catherine Deneuve e Isabella Rossellini, y se encomienda a la creatividad
tecnológica del fotógrafo Nick Knight. El Calendario de 2005 es de Patrick
Demarchelier, que en su “O espirito do Brasil” retrató a modelos del calibre de
Naomi Campbell y a jóvenes debutantes como Adriana Lima en las soleadas playas
de Ipanema y Copacabana. La edición de 2006 corrió a cargo del experimentado
dúo anglo-turco Mert y Marcus, en el sugestivo marco años 60 de la Costa Azul,
y tuvo como intérpretes a mujeres de una belleza y sensualidad extraordinarias
como Jennifer López, Kate Moss y Gisele Bundchen. En 2007 les llegó el turno a
las estrellas. Fueron elegidas 5 de entre las más famosas y apreciadas de
Hollywood: Sophia Loren, Penélope Cruz, Hilary Swank, Naomi Watts y una
emergente Lou Doillon, fotografiadas por el dúo holandés Ines y Vinoodh Matadin
en California.
La edición de 2008, de Patrick Demarchelier, que firmaba
por segunda vez The Cal™, fue la primera realizada en el continente asiático.
Ambientado enteramente en Shanghai, tiene un casting que es una mezcla entre
Oriente y Occidente, y cuenta entre sus protagonistas a la actriz china Maggie
Cheung y a la top model Doutzen Kroes.
En 2009 le tocó el turno a Botswana, donde el célebre
artista Peter Beard inmortalizó a modelos de fama internacional como Daria
Werbowy, Lara Stone y Mariacarla Boscono. Beard, que vivió treinta años en
Kenia, es uno de los mayores intérpretes mundiales del misterio y el encanto de
África.
La edición de 2010 se puso en manos del fotógrafo
americano Terry Richardson, célebre “enfant terrible” conocido por su estilo
provocativo y transgresivo, que retrata a muchachas provocadoras y poco
convencionales como Miranda Kerr, Lily Cole, Rosie Huntington y Ana Beatriz.
El Calendario de 2011 lo firmaba el genio creador de Karl
Lagerfeld, artista, esteta y figura polifacética. En su estudio de París,
Lagerfeld dio vida a “Mythology”, un calendario que refleja su pasión por las
leyendas y mitos de la mitología grecorromana. Una mezcla de intérpretes
masculinos y femeninos entre los que están los modelos Baptiste Giabiconi y
Brad Kroenig y la actriz Julianne Moore.
La edición de 2012 se le encomendó a Mario Sorrenti, el
primer fotógrafo italiano que elige Córcega para dar vida a “swoon”, el éxtasis
captado por las imágenes, con un reparto de excepción formado por Milla
Jovovich, Kate Moss e Isabeli Fontana.
El autor de la edición de 2013 de “The Cal”™ es Steve
McCurry, uno de los reporteros más famosos del mundo, que ha sabido narrar la
transformación económica y social de Brasil. Entre las protagonistas, que
tienen en común su compromiso y apoyo a organizaciones no gubernamentales, fundaciones
y proyectos humanitarios, están la actriz brasileña Sonia Braga, la cantante
Marisa Monte, y las modelos Adriana Lima, Petra Nemcova y Summer Rayne Oakes.
1986: EL AÑO DE LOS DOS CALENDARIOS
Desde su lanzamiento, gracias a la intuición de Pirelli
UK, el Calendario se dirige a un grupo restringido de apasionados que lo recibe
como regalo. Es un objeto cargado de simbolismo, portador de una idea. Su
exclusividad acrecienta su valor mediático y lo consagra en poco tiempo como
objeto de culto. En 1971 se enviaron
sendos ejemplares de “The Cal”™ a los ministros del Gobierno inglés, a la
Familia Real inglesa y a una restringida lista de VIPs. Es un fenómeno que
marca tendencias y un poderoso instrumento de comunicación.
A mediados de los años ochenta, Pirelli Italia, que había
intuido perfectamente sus potencialidades globales, quiso hacerlo suyo. La
única manera consistía en intentar llevar a cabo la hazaña. Empezó así un
desafío, una “rivalidad” dentro de la empresa. Dos proyectos corren paralelos
ignorándose.
Los ingleses, que trabajan desde 1984 bajo la batuta del
director artístico Martin Walsh, ya han roto muchos tabúes, introduciendo
elegantes imágenes de desnudos explícitos, y deciden encomendarle el proyecto
al fotógrafo americano Bert Stern, el hombre que retrató a Marilyn Monroe
cubierta con un velo, un fotógrafo que había empezado su carrera en la
publicidad y más adelante inmortalizó a estrellas como Elizabeth Taylor y
Audrey Hepburn. Fue una decisión que pretendía marcar una nueva etapa en la
evolución del proyecto: el acercamiento al mundo del cine y el espectáculo.
Pirelli Italia, en cambio, le ofreció el encargo a Helmut
Newton. El fotógrafo alemán ya era una celebridad. En 1981, su libro “Big
Nudes” le había consagrado como un protagonista de la cultura visual del siglo
XX. Transformó la fotografía de moda en status. Rompió esquemas, saliendo del
estudio del fotógrafo y sacando a las modelos a la calle. Sus instantáneas son
secuencias que se convierten en reportajes glamurosos. Su idea de femineidad
desnuda, en blanco y negro, es clásicamente estatuaria, pero transmite una
poderosa carga erótica.
Al final, para representar el año 1986 se eligió el
trabajo de Stern. Newton tuvo que abandonar el proyecto debido a problemas
familiares. El Calendario que él concibió y realizó se archivó cual preciada
“joya de la familia”, a la espera de la ocasión adecuada para hacer que
brillara con luz propia.
Las fotos de Stern, en las que las modelos jugaban en
imaginarios talleres de artistas modernos y contemporáneos, enfatizando el
papel de sensuales musas, mostraban un mensaje coherente y funcional con el
espíritu del Calendario de entonces.
Nació así un “The Cal”™ que interpretaba el caleidoscopio
de colores y grafismos típicos de los fabulosos años ochenta, con la
incorporación de una desnudez marcada y agresiva.
El Calendario Pirelli 1986 de Helmut Newton: la historia
Cuando, en la primavera de 1985, Pirelli Italia le pidió
a Helmut Newton que imaginara su Calendario, no le impuso límites de
interpretación, pero el producto Pirelli tenía que aparecer de forma evidente
en sus fotografías. Fue un cambio radical, no sólo para el maestro, sino
también para el Calendario, que hasta ese momento se había limitado a imágenes
evocadoras, alejadas de la participación directa del negocio principal de
Pirelli. De ese modo, hacen su aparición los neumáticos Pirelli en el estudio
del proyecto italiano.
Hasta esos momentos, el reclamo publicitario había
aparecido siempre matizado, o como mucho, se había mostrado la marca de un
neumático sobre la arena (Uwe Ommer, The Cal 1984), o a la silueta gráfica del
Cinturato en los trajes de escena (Norman Parkinson, The Cal 1985). Newton, que
conoce la fuerza del Calendario, acepta el reto.
Las primeras instantáneas se realizaron en mayo,
coincidiendo con el Gran Premio de Montecarlo, ciudad en la que vivía el
fotógrafo. Luego, el equipo se trasladó a la Toscana, a Podere Terreno, en la
zona del Chianti. Fue entre los viñedos y la campiña sienesa donde Newton halló
la luz adecuada para su “The Cal”™italiano. Colinas, cipreses, casas de campo,
tabernáculos, maquinaria agrícola, una pequeña gasolinera y asentamientos
medievales ponen el telón de fondo a unas imágenes que recorren las atmósferas
neorrealistas.
La calle se convierte en la vía de fuga de la perspectiva
para unas mujeres intensas y junónicas que recuerdan a las que el cine
neorrealista hizo célebres a través de actrices como Silvana Mangano, Lucia
Bosé o Sophia Loren, observadas por unos hombres que son una mera presencia
espectadora.
Manuela Pavesi es una presencia constante al lado de
Newton, mucho más que una estilista de moda encargada de interpretar el
espíritu de aquella femineidad burlona e inquieta. Su papel es el de una
guionista de costumbres. El maestro hurga en su propio imaginario, en su deseo
de vitalidad, que se convierte en Eros, en busca de un estilo sensual, para
transmitir su visión de la italianidad. Manuela Pavesi le acompaña en su camino
de creación y realización, compartiendo su punto de vista profundamente
transgresivo e instintivo, unido a una capacidad de transformar contenidos
provocativos en una imagen satinada.
Y cuando Helmut Newton tiene que abandonar el set y
regresar a Montecarlo por un preceptivo asunto familiar, le entrega su cámara a
Manuela, para que pueda colocarla siguiendo escrupulosamente sus instrucciones.
Quién hace materialmente las fotografías es su asistente, Xavier Alloncle, pero
el trabajo, ya casi finalizado, se termina con la paternidad artística de
Newton.
El que desvelamos hoy es un calendario que, aún
respetando el proyecto original incluso desde el punto de vista del diseño
gráfico de las páginas, propone doce fotos de autor en blanco y negro
acompañadas de 29 imágenes tomadas entre bastidores, que les devuelven a los
apasionados aquella histórica obra en blanco y negro realizada entre el Chianti
y Montecarlo en 1985.
La edición que proponemos, y que hasta hoy no se había
distribuido nunca en su totalidad, está basada en la idea proyectual de Newton,
respetando absolutamente su obra. Las fotografías siguen su concepto creativo,
y el producto final se ha editado de manera que refleje con absoluta fidelidad
la visión artística del maestro.
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