La industria automovilística
española cerró los siete primeros meses del año con un superávit comercial
(diferencia entre exportaciones e importaciones) de 4.989 millones de euros, lo
que supone un aumento del 20,4% respecto al mismo período de 2012, según datos
del Ministerio de Economía.
La progresión del saldo
positivo en la balanza comercial del automóvil se explica principalmente por el
crecimiento de las exportaciones, que aumentaron un 5,7% entre enero y julio,
hasta generar 20.040,3 millones de euros, un 5,7% más.
Dentro del apartado de
exportaciones, destacan las correspondientes a automóviles y motocicletas, que
crecieron un 7,1% en los siete primeros meses, hasta alcanzar la suma de 13.603
millones de euros. Además, las exportaciones de componentes totalizaron 6.437,1
millones, un 3% más.
Las importaciones también
registraron una tendencia al alza, pero a menor ritmo que las exportaciones, lo
que favoreció el crecimiento del superávit comercial. Así, desde enero hasta
julio sumaron 15.051,3 millones de euros, un 1,6% más.
Mercado débil, producción
fuerte
Las importaciones de
automóviles y motocicletas bajan un 0,1%, hasta 5.096,1 millones de euros,
debido a la debilidad del mercado doméstico. En cambio, las importaciones de
componentes suben un 8,2%, con 9.955,2 millones de euros, lo que pone de
manifiesto el buen nivel de actividad de las fábricas españolas.
Con todo ello, la balanza
comercial de la automoción arrojó un superávit de 4.989 millones de euros en
los siete primeros meses, con un saldo positivo de 8.507,1 millones en el
apartado de automóviles y motocicletas (+19,9%) y un déficit de 3.518,1
millones en el de componentes (-19,1%).
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