El uso de neumáticos de invierno garantiza una conducción más segura y
eficaz
Casi la mitad de los accidentes con víctimas ocurridos en las carreteras
españolas se produce en los meses más fríos del año (de octubre a marzo), según
datos de la DGT.
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Las complicadas condiciones climatológicas hacen que los
neumáticos, único punto de contacto con el suelo, pierdan en buena medida su
capacidad de adherencia. Michelin, en su afán de fomentar la seguridad vial,
aconseja la monta de neumáticos de invierno ya que aumentan la seguridad,
movilidad y el control del vehículo en circunstancias invernales. Los nuevos
MICHELIN Pilot Alpin y Latitude Alpin están ya disponibles en los mercados
europeos de invierno.
Si en verano el conductor hace del placer de conducir su primera
necesidad, en invierno la seguridad es su principal exigencia. El conductor
quiere poder traccionar, detenerse y girar con toda tranquilidad. Quiere
también disponer de movilidad (arrancar en pendiente, por ejemplo,) y poder
controlar su vehículo en todas las circunstancias (poder cambiar de carril y
conducir en todo tipo de superficie). Pero no es necesario que las carreteras
estén mojadas, heladas o nevadas para que unos neumáticos estándar pierdan su
efectividad. Cuando la temperatura cae por debajo de los 7ºC, las prestaciones
de los neumáticos de verano disminuyen considerablemente. Los compuestos con
los que están fabricados –específicos para favorecer la adherencia en
circunstancias normales– se endurecen y pierden eficacia.
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