En Venezuela se habla de muchas cosas, pero sobre todo de
una: la gasolina.
Ha sido así durante 100 años, desde que se empezaron a
explotar hidrocarburos en el subsuelo venezolano hasta que el país sudamericano
se convirtió en uno de los mayores productores del mundo.
Pero últimamente la gasolina está en cada conversación,
después de que el presidente, Nicolás Maduro, propusiera hace una semana un
debate nacional sobre el aumento del precio del combustible, que en Venezuela
es particularmente barato y subsidiado por el Estado.
En un país donde la inflación siempre ha sido alta, el
precio de la gasolina lleva desde 1996 sin subirse. El aumento anterior, en
1989, fue en parte el detonante de disturbios -conocidos como el Caracazo- que
dejaron cientos de muertos. Y desde entonces hay un tabú con subir el precio de
la gasolina.
Pero cuando los venezolanos discuten los pros y los
contras de subir el precio de la gasolina, surgen unos datos que hacen de este
tema digno de muchas conversaciones.
El presidente de PDVSA, Rafael Ramíerez, dice que el
gobierno les paga a los venezolanos por consumir gasolina.
BBC Mundo le cuenta algunos de ellos.