Anualmente, cuando llega
esta época del año, realizamos el ritual de intercambiar nuestra ropa y calzado
de verano por la de invierno, en preparación de la llegada de una climatología
más fría e inestable. Sin embargo, no hacemos lo mismo con nuestro vehículo, sustituyendo
los neumáticos de verano por los de invierno, como sucede en muchos otros
países europeos, dónde es incluso obligatorio realizar esta sustitución, como
es el caso del norte de Italia, Alemania o Andorra. "Sólo lo uso en
ciudad", "Este año no nevará mucho" o “Yo conduzco despacio y
controlo” son sólo algunas de las excusas habituales para no equipar neumáticos
de invierno.