El Plan de Incentivos al Vehículo Eficiente (PIVE) que
entra en vigor este lunes generará una demanda añadida de hasta 50.000 unidades
hasta fin de año, según cálculos de la consultora MSI para la Federación de
Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto).
En concreto, estima en unos 40.000 los compradores que
inicialmente no tenían pensado cambiar de vehículo, pero que finalmente lo
harán "impulsados" por la ayuda de 2.000 euros por coche del plan.
Demanda que calcula alcanzará las 50.000 unidades "si su difusión e
impacto son los esperados por el sector".
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