sábado, 5 de abril de 2025

LA ROTONDA

 



  Sevilla, la capital andaluza, es famosa por su clima cálido y soleado, con más de 300 días de sol al año. Sin embargo, cuando la lluvia decide hacer acto de presencia, transforma la ciudad en un escenario nostálgico y lleno de encanto.

Las precipitaciones en Sevilla son poco frecuentes, concentrándose principalmente entre los meses de octubre y abril. Durante este periodo, las lluvias suelen ser intensas pero de corta duración. A pesar de la necesidad de agua para el campo y los parques urbanos, los sevillanos no siempre reciben con agrado estos días grises, ya que están acostumbrados a la luz y la vitalidad que aporta el sol.

La lluvia puede obligar a cancelar estas procesiones, ya que la mayoría de los pasos están elaborados con madera, pan de oro y telas de gran valor histórico y artístico. La amenaza de precipitaciones genera incertidumbre y tristeza tanto en los cofrades como en los fieles y turistas. Algunas hermandades, al ver el cielo amenazante, deciden no salir para evitar daños irreparables en sus imágenes. Cuando esto sucede, se viven momentos de gran emoción y desconsuelo en la ciudad.

La Feria de Abril es una explosión de alegría, música, baile y color. Durante una semana, el recinto ferial se llena de casetas y atracciones donde los sevillanos disfrutan del flamenco, el rebujito y la gastronomía local.

 La lluvia, sin embargo, puede arruinar el ambiente festivo. El albero del Real de la Feria, que normalmente resplandece bajo el sol, se convierte en un lodazal, dificultando el paso propios y extraños Además, los trajes de flamenca, diseñados con telas delicadas, pueden estropearse con la humedad.

A pesar de los inconvenientes que puede causar en el tráfico y en las actividades al aire libre, la lluvia en Sevilla es un respiro para el medio ambiente. Contribuye a limpiar la atmósfera, llenar los embalses y revitalizar la vegetación de los parques, como el emblemático Parque de María Luisa.

 En definitiva, aunque Sevilla es una ciudad de luz y sol, la lluvia también tiene su protagonismo, convirtiendo sus calles y monumentos en una estampa diferente pero igualmente cautivadora. Así, cada vez que llueve, Sevilla se viste con un manto de melancolía y romanticismo, ofreciendo una versión distinta de su belleza eterna. Aún así la Lluvia en Sevilla, es una maravilla o no

Que tengan un buen día.


PepeBEJARANO

todomotornews@gmail.com

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