Sevilla, la capital andaluza, es famosa por su clima cálido y
soleado, con más de 300 días de sol al año. Sin embargo, cuando la lluvia
decide hacer acto de presencia, transforma la ciudad en un escenario nostálgico
y lleno de encanto.
Las precipitaciones en Sevilla son poco frecuentes, concentrándose principalmente entre los meses de octubre y abril. Durante este periodo, las lluvias suelen ser intensas pero de corta duración. A pesar de la necesidad de agua para el campo y los parques urbanos, los sevillanos no siempre reciben con agrado estos días grises, ya que están acostumbrados a la luz y la vitalidad que aporta el sol.
La Feria de Abril es una explosión de alegría, música, baile
y color. Durante una semana, el recinto ferial se llena de casetas y
atracciones donde los sevillanos disfrutan del flamenco, el rebujito y la
gastronomía local.
A pesar de los inconvenientes que puede causar en el tráfico y en las actividades al aire libre, la lluvia en Sevilla es un respiro para el medio ambiente. Contribuye a limpiar la atmósfera, llenar los embalses y revitalizar la vegetación de los parques, como el emblemático Parque de María Luisa.
Que tengan un buen día.
PepeBEJARANO
todomotornews@gmail.com
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