EL PRIMER DÍA
El dichoso COVID-19 en sus distintas modalidades continúa con nosotros otros años más, y vamos por la 6ª ola. Los últimos estertores del volcán de Cumbre Vieja en la Palma están llegando a su fin, los accidentes de tráfico continúan, los asesinatos, en general sin sentido, igual que siempre, los ricos siguen siendo más ricos y los pobres más pobres, y somos más, la energía eléctrica sigue subiendo sine díe, los valores del ser humano se diluyen como un azucarillo en un vaso de agua. Pero hoy es el primer día de muchos para poder cambiar las cosas, en tu mano esta.
Como algo tradicional y rutinario, utilizamos el final del año para dejar atrás los malos recuerdos, presagios y pésimas experiencias de un año que ya quedó atrás, sin embargo, hay algo en nosotros intrínseco que nos mueve cada día, es la ESPERANZA. Cualquier día es bueno para romper con aquello que no nos gusta, o sencillamente con esas personas tóxicas que nos contaminan y hacen, con nuestra colaboración, que nuestra vida vaya de mal en peor. Ahora y siempre, podemos cambiarlo todo, no tenemos que esperar a final de año, o a una fecha determinada, siempre podemos proponernos objetivos: dejar de fumar, hacer una dieta alimentaria, dejar de beber, hacer ejercicios, o simplemente llevar una vida que nos permita vivir sin sobresaltos, controlando todo aquello que nos perjudique. Podemos empezar por ahí, por nosotros mismos. Y, posteriormente, intentar “joder”, en lo posible, menos a los demás.
Seamos más sociables, tengamos presente que vivimos en un mundo globalizado, que todos dependemos de todos, respetemos las normas que nos hemos impuesto, y si no nos gustan, cambiémoslas. Desde nuestra Constitución, a todos los ordenamientos jurídicos que nos hemos impuesto, incluso a la Ley de Tráfico, o a las más básicas, pero no menos importantes, las leyes de URBANIDAD, con una lengua en la que podamos entendernos todos, con respeto a nuestras tradiciones, a nuestras ideas, con libertad, pero nunca con libertinaje, que es aquel que se comete cuando olvidamos los derechos de los demás. Sí, hay que entender mejor la palabra OBLIGACIÓN, de la misma manera que reivindicamos DERECHOS.
Con esfuerzo, de forma individual, todos podremos poner en orden nuestras ideas, nuestros objetivos, para ser mejores con nosotros mismos y, ¡cómo no!, con quienes nos rodean: familiares, amigos, vecinos y todos los seres a los que no le ponemos cara cada día. No se han dado cuenta que no hay día que no salgamos a la calle en nuestro barrio, pueblo o ciudad, que cada día, en el coche, el autobús o andando por la calle, nos cruzamos con alguien que no hemos visto nunca. Hagan la prueba. Todos los días descubrimos a alguien que no hemos visto en nuestra vida, y que mañana nos puede ayudar, o nosotros a él. Donándole algún órgano de nuestro cuerpo, o él a nosotros o a nuestros hijos o familiares. Es mejor esto que no tener que cruzarnos con ese ser sin cara hoy, y que mañana tengamos que discutir o enfadarnos con él, porque uno u otro ha provocado un altercado. Mejor ayudarnos, colaborar, siempre es mejor construir que no destruir, seamos optimistas en este año 2022, y estoy convencido de que nuestra calidad de vida cambiará ostensiblemente.
Cualquier día es bueno para que cambiemos las cosas cuando caminamos por la vida torcidos por la avaricia, el orgullo o cualquiera de esas cualidades que, también, llevamos dentro.
Dejen salir ese espíritu de colaboración, solidaridad y humildad que nos ha hecho que caminemos por la Historia consiguiendo grandes hitos para la humanidad. Hoy puede ser ese PRIMER DÍA.
Feliz año a todos,
Pepe Bejarano
todomotornews@gmail.com
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