Lo habitual es que los coches incluyan este sistema de
seguridad en el interior, pero parece que la empresa estadounidense quiere
incorporar parachoques exteriores que se inflen cuando los sensores detecten
una colisión en la carretera.
La idea de Google va más allá de lo que otras empresas
han tratado de añadir en sus vehículos. Lo cierto es que incorporar los airbags
convencionales en el exterior no es seguro para los peatones, ya que produce un
efecto de rebote que podría poner en riesgo su integridad.
Consciente de esta situación, los californianos planean
emplear un material viscoelástico que ofrecería mayor seguridad gracias al
grado de elasticidad que se emplearía en caso de impacto contra personas y
objetos.
No se trata de la primera empresa que está trabajando en
un sistema de tales características, pues algunas como Volvo también han ideado
un sistema parecido, destinado a proteger a peatones de eventuales impactos.
Tras ver cuestionada su idea de no incluir un volante en
su vehículo, Google trabaja en ofrecer la mayor seguridad en su proyecto
automovilístico. Ideas como esta podrían convencer a los más escépticos.
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