› El
vehículo de competición de ŠKODA de los años 50 compite en el reconocido rally
de clásicos
› En su 15ª
edición, el Silvretta Classic reunirá a 167 vehículos clásicos del 5 al 8 de
julio en los Alpes
Un magnífico
panorama alpino, un rápido recorrido subiendo y bajando montañas y una lista de
participantes de máximo nivel. Cuando suene el pistoletazo de salida del
reconocido rally Silvretta Classic el próximo 5 de julio, un ŠKODA volverá a
ser parte del espectáculo.
El ŠKODA
1100 OHC con el que la marca compite en esta competición es una rareza genuina
de las competiciones de motor. Se trata de un vehículo de competición
descapotable del que ŠKODA sólo construyó dos unidades en los años 50. En
total, solo se construyeron cuatro modelos del ŠKODA 1100 OHC, dos cerrados y
dos descapotables.
"Estamos
muy emocionados con la participación del 1100 OHC en el Silvretta
Classic", comenta Eva Ticová, Directora del Taller de vehículos clásicos
del Museo de ŠKODA. "El Silvretta Classic atrae a miles de fans de los
vehículos clásicos que podrán admirar un espécimen
extremadamente raro de ŠKODA
que representa 111 años de éxitos de la marca en las competiciones de
motor", afirma Ticová. En los últimos años, el ŠKODA 1100 OHC ya ha estado
presente en varios rallyes de clásicos, como en la Coppa d'Oro en las montañas
Dolomitas de Italia, en 2008.
ŠKODA AUTO
desarrolló el ŠKODA 1100 OHC en los años 1956 y 1957 como modelo sucesor del
ŠKODA 1101 Sport. En el año 1958, el piloto checo Miroslav Fousek debutó con el
coche en el circuito de Mladá Boleslav y ganó la carrera. Luego llegarían otras
victorias en carreras locales.
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Con solo 550
kilos, el ŠKODA 1100 OHC es un verdadero peso ligero. El vehículo está
propulsado por un motor de cuatro cilindros en línea con una cilindrada de
1.089 cm3 y dos carburadores Weber. El motor es original del ŠKODA 440. Entrega
92 CV a 7700 rpm y tiene una velocidad máxima de cerca de 200 km/h.
Desde su
estreno en 1998, ya no es posible imaginar el calendario de los rallyes de
clásicos más importantes sin el Silvretta Classic en el valle alpino de
Montafon. La prueba por las carreteras de los Alpes no pide la máxima
velocidad, sino la máxima precisión, por lo que los modelos de antes de la
guerra tienen las mismas opciones de ganar el título absoluto que los vehículos
más jóvenes. Los espectadores podrán disfrutar de una verdadera exhibición de
bellezas automovilísticas. Lujosos descapotables de los años 30 comparten
protagonismo con coches de competición legendarios o vehículos de uso cotidiano
de los años 70 y 80.
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