La
solución pasa por seguir trabajando para que entre todos dejemos la crisis atrás.
Los datos macroeconómicos europeos hacen
temblar todos los mercados, y la fragilidad en la que se encuentra el sector
del automóvil, no aguanta ningún resfriado.
LA
RESILENCIA, es la capacidad de los seres vivos sujetos para sobreponerse a
períodos de dolor emocional y situaciones adversas.
Sin
duda, el sector ha sufrido mucho, primero los trabajadores que han perdido sus
puestos de trabajo, y que aún continúan redireccionando
sus vidas, es posible que la reforma laboral halla mitigado algo el debe de las
empresas, pero ¿y el debe de los trabajadores, que aún siguen sin recuperar sus
puestos de trabajo y que tiene que ver mucho con la lenta recuperación económica?
Saltándonos
de un plumazo la vergonzosa manera de proceder de algún elemento que se aprovecha, en estos
momentos de la coyuntura para llenar sus
arcas en tiempo difíciles, el pesimismo no debe imperar en la industria de las
dos y cuatro ruedas.
Es como, si algún
empresario, te enviará sus productos para que un tercero los colocara en su
expositores o escaparate con la intención de que el mayor número de personas lo
vean y puedan adquirirlo. Y al final solo haga negocio el que fabrica los
productos y no quien los expone. ¡Créanme los hay! Todavía y a estas alturas
de la película de crisis recesión o de tiesura, la colaboración sin ánimo de
lucro es una bicoca.
El
Gobierno, poniendo en píe los distintos planes de ayuda al sector del automóvil,
ha descongestionado la situación y ha creado mucha ilusión en el empresario,
que quiere seguir trabajando y dando trabajo.
Pero
amigos y amigas, los empleados de los concesionarios, que ya no están, de los
talleres que están cerrados, de la industria de los recambios, y de tantos y
tantos segmentos de la automoción que se han quedado en el camino, tienen que
subirse al tren de la recuperación económica, de lo contrario, le estaremos
dando la razón, aquellos agoreros de la economía, que vaticinan un futuro de
frenazo en toda regla en la economía mundial.
Por
eso, los resilentes, españoles que todavía no han tocado la recuperación,
siguen luchando por un futuro repleto de dinamismos y sobre todo de TRABAJO.
Estimados
empresarios del sector, creen puestos de trabajo y estarán creando riqueza.
¿Quién
creen, sino, que compran los coches y motos en este país?