Desde del comienzo del
pasado junio, BMW ha tenido que hacer frente a un alto volumen de retrasos en
la entrega de recambios para reparación debido a un nuevo sistema de gestión de
suministro que estrenó entonces en su sede central en Alemania; una situación
que está llevando a la desesperación de muchos de sus clientes.
Ilustrativo de este problema
es el caso de Neels Kilian, que sólo tres meses después de comprar un Serie 3
nuevo se ha encontrado con que la firma de Múnich no ha podido aún dar solución
en forma de recambios a la reparación obligada por un accidente sufrido unas
pocas semanas después de la adquisición. "Es increíble", se queja
Kilian en declaraciones a Bloomberg. "Es imposible reparar mi vehículo,
¿por qué BMW no puede advertir a sus clientes cuando van a comprar un vehículo
de la marca?"
Bloomberg