- Anfalum estima en 348 millones de euros
la inversión necesaria para mejorar la iluminación de las carreteras
españolas,
lo que aumentaría la seguridad y
permitiría un importante ahorro energético y una reducción de 400.000
toneladas de CO2
- En la pasada Operación Salida se
desplazaron más de 3 millones de vehículos en España durante julio y
agosto
Ante la inminente puesta en marcha de la Operación Salida de Verano, la
Asociación Española de Fabricantes de Iluminación (Anfalum) y la Asociación
Española de la Carretera (AEC) han presentado un estudio en el que se pone de
manifiesto que en 2010 se produjo un total de 85.503 accidentes con víctimas,
de los que un 30% tuvo lugar durante la noche y el crepúsculo y, de ellos, el 20%
en vías que carecían de iluminación. En esos doce meses, 996 personas
fallecieron durante la noche o el crepúsculo en accidentes de tráfico, en
carretera y zona urbana, lo que supone un 40% del total de fallecidos; en
concreto, se produjeron 432 víctimas mortales durante la noche en vías sin
iluminar (un 17% del total). En la pasada Operación Salida se desplazaron más
de 3 millones de vehículos en España durante los meses de julio y agosto.
En vías interurbanas se producen
aproximadamente el 22% de los fallecidos y 16% de los heridos graves en tramos
sin iluminar, por lo que “se hace más que imprescindible mejorar el nivel y
calidad de la iluminación”, reclama el presidente de Anfalum, Rafael Barón.
Para conseguirlo, sería necesario “invertir
348 millones de euros que se amortizarían en menos de tres años y medio, lo que
permitiría un ahorro energético de 665GWh al año y alrededor de 400.000
toneladas menos de CO2, aumentando al tiempo los niveles de seguridad en la
circulación”, señala Barón.
Por su parte, el presidente de la AEC, Miguel
Mª Muñoz, lamenta que “el grueso de las inversiones del Ministerio de Fomento
en 2012 se esté destinando al ferrocarril de alta velocidad, un modo de
transporte que tan sólo usan cuatro de cada 10.000 viajeros que se mueven por
tierra”. Los proyectos de alta velocidad
“están sobredimensionados y ofrecen dudas más que razonables sobre su
rentabilidad, hasta el punto de que, en algunos casos, incluso han tenido que
ser clausurados al poco tiempo de ponerse en servicio”, asegura.
En opinión de Muñoz, en general, “el estado
de conservación de nuestras carreteras ha retrocedido a niveles de hace 25
años, requiriendo actualmente una inversión de 5.500 millones de euros para
revertir esta situación y devolver la red a un estado aceptable”.
El
proyecto de mejora, en cifras
El director general de Anfalum, Alfredo
Berges, explica que de los cerca de 4,4 millones de puntos de luz de alumbrado
exterior que hay en España, 1,9 están situados en las carreteras, y, de éstos, aproximadamente
1,5 millones se encuentran en autovías y autopistas y los otros 400.000 en travesías
de ciudades. Del total de puntos analizados por la AEC y Anfalum, el 59%
presentaban niveles inadecuados respecto a la Reglamentación, tanto por exceso
(23%) como por defecto (36%).
De estos 1,9 millones de puntos de luz, alrededor
del 20% (unos 380.000) son de vapor de mercurio, una tecnología desarrollada en
1940, totalmente obsoleta en cuanto a consumo y rendimiento, “por lo que
debería ser sustituida de inmediato”, apunta Berges. Esta primera propuesta
supone atacar más del 50% de los puntos de luz situados en zonas con un nivel
por debajo de la Normativa.
Si completamos esta actuación con una
adecuación del 23% de los puntos de luz correspondientes a zonas iluminadas en
exceso, estaríamos actuando sobre un total de 836.000 puntos.
Esto supondría unos 346 millones de euros de
inversión. La propuesta de Anfalum se basa en sustituir por tecnología
convencional el 95% de los puntos de luz (795.000), lo que, según sus cálculos,
ascendería a unos 300 millones de euros; y por tecnología LED el 5% restante
(61.000), lo que valora en 48 millones de euros.
Por otra parte, el total de puntos de luz de
las carreteras españolas presentan un consumo energético de 1.900 GWh/año. Casi
la mitad de este consumo es generado por instalaciones ineficientes, por lo que
mejorándolas conseguiríamos ahorrar, en este grupo en concreto, entre un 35 y
un 40%, lo que supondría aproximadamente una reducción de 665 GWh/año y 400.000
toneladas de CO2.
No obstante, Berges explica que “incorporando
nuevas tecnologías como la regulación de la iluminación se podrían alcanzar
ahorros superiores y la inversión no sería demasiado elevada. Por ejemplo, si
fuera necesario regular la iluminación en el 30% de los puntos de luz
(550.000), teniendo en cuenta que cada 100 puntos suponen 4.800€, se debería
aumentar la inversión en 23,5 millones de euros”.