- El nuevo compacto de SEAT inspira un camuflaje basado en la técnica del trencadís días antes de su presentación mundial
- Se han utilizado 20 metros cuadrados de vinilo especial de fundición para ocultar los secretos de diseño de la cuarta generación del SEAT León
- El nuevo modelo se mostrará por primera vez, ya sin camuflaje, el próximo 28 de enero
El desarrollo de un nuevo modelo es un proceso que implica años de dedicación de diseñadores e ingenieros. Un trabajo que debe ser absolutamente confidencial hasta el día de su presentación. A tan sólo unos días de su presentación mundial, el nuevo SEAT León se muestra con un camuflaje inspirado en el modernismo y en la ciudad de Barcelona.
Del cubismo al modernismo. El origen de la técnica de camuflaje proviene de una táctica militar empleada en los barcos durante la I Guerra Mundial, el Dazzle Camuflage. Consistía en pintarlos con patrones geométricos en blanco y negro para difuminar sus formas y confundir al enemigo. “Cuenta la historia que los artistas que diseñaban estos camuflajes se habían inspirado en las pinturas cubistas. Con este mismo principio se camuflan los coches”, afirma Edgar Aneas, experto en camuflaje de vehículos.
Una escultura rodante. En este caso, la inspiración proviene de la técnica del trencadís que ha servido de idea a los diseñadores de Color&Trim de SEAT. “El nuevo SEAT León tiene mucha personalidad y es muy difícil de camuflar porque es una escultura rodante que explica cómo es la emocionalidad de SEAT. El León ha nacido aquí y debido a la relación especial que tenemos con Barcelona, hemos buscado una inspiración en la ciudad”, explica Jordi Font, responsable de Desarrollo Color&Trim de SEAT.
Del blanco y negro al multicolor. El reto de romper con los diseños establecidos ha llevado a los diseñadores de Color&Trim a realizar muchas pruebas previas. La trama utilizada hasta ahora siempre había sido en blanco y negro. Cada marca tiene la suya propia, incluso patentada. “Es la primera vez que no usamos un camuflaje convencional. Es un reto, porque lo principal es que no se vean las formas de coche. Hemos tenido que realizar muchos estudios para que desaparezca la forma pero dando un mensaje: que somos Barcelona, que somos mediterráneos, que tenemos color. Nos gusta darle sentido a nuestra escultura”, comenta Font.
Diseños a 45º. Los camuflajes no solo tienen una función estética, sino que también deben resistir condiciones climatológicas y de conducción extremas. El material utilizado es un vinilo especial de fundición que soporta estas condiciones. “Los coches se camuflan para poder probarlos en diferentes situaciones climatológicas, temperaturas bajo cero, exposiciones largas a la intemperie, lluvia, calor en el desierto. Este vinilo está hecho de una material muy resistente y tiene unas características especiales que evita que se despegue o deteriore”, afirma Edgar Aneas.
Para este modelo se han utilizado 20 metros cuadrados de vinilo. En las ventanas y luces se ha colocado uno microperforado que permite pasar la luz y ver el exterior, pero no al contrario. El camuflaje se coloca con calor aplicado sobre el vinilo a 45 grados para poder adaptarlo a las formas del coche.
Romper con los moldes establecidos. Para enmascarar un nuevo modelo hay que realizar un estudio previo de los elementos más representativos del vehículo y cuáles han sido los principales cambios. Hay que romper con las líneas y los colores. Lo más complicado de vinilar son los retrovisores y las partes con curvas y alerones. ¿Y lo más importante que debe camuflarse? “Los faros, el gráfico de los pilotos, las líneas de tensión… Son las formas escultóricas del coche, nuestro ADN”, asegura Jordi Font.
El 28 de enero descubriremos la obra completa, ya sin camuflajes.
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