lunes, 27 de noviembre de 2017

LA SEGURIDAD DEL TRANSPORTE ESCOLAR: OBJETIVO DE LA NUEVA CAMPAÑA DE TRÁFICO


     Los agentes verificarán el uso del cinturón de seguridad,  tiempos de conducción y descanso, velocidad,  alcohol y otras drogas, autorizaciones y documentos tanto del vehículo como del conductor …

     En 2016, 32 autobuses escolares se vieron implicados en accidentes en los que  resultaron heridos 17 ocupantes

     La DGT junto con la Federación de Municipios y Provincias promueve e incentiva los caminos escolares seguros como medios de desplazamientos saludables y alternativos al vehículo particular



 Cada día, 230.000 alumnos utilizan el autobús escolar para acudir al colegio y regresar a casa y cerca de 17.000 autobuses (alrededor de un 40% de toda la flota privada) realizan servicios de transporte escolar.

Tal y como muestran las cifras de siniestralidad vial, el autobús dedicado al transporte escolar es un medio de transporte seguro. El año pasado no se produjo ninguna víctima mortal entre los usuarios de este tipo de vehículos, pero que debido a la vulnerabilidad de sus pasajeros y a las vías por las que se suele circular, en su mayoría carreteras convencionales, necesita de una especial vigilancia para mantener estos niveles de seguridad.

Según Gregorio Serrano, director general de Tráfico “este tipo de transporte, muy sensible a los accidentes por la trascendencia que tienen y por la edad de los afectados, goza de una seguridad mayor que otros medios y para conservar el actual nivel seguimos desarrollando campañas de concienciación que mantengan alerta tanto a usuarios como a conductores, padres y colegios”.

Por este motivo y porque la movilidad segura de los menores es una de las prioridades de la DGT tal y como se recoge en las líneas básicas de la Estrategia de Seguridad Vial 2010-2020, este organismo pone en marcha desde hoy y hasta el viernes 1 de diciembre una nueva campaña de vigilancia de este tipo de transporte.

Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizarán inspecciones consistentes en un primer control de carácter administrativo sobre las autorizaciones y documentos que deben tener dichos vehículos para la correcta prestación del servicio.

También verificarán que las condiciones técnicas y elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción, los tiempos de conducción y descanso.

Además, controlarán que los conductores circulan a la velocidad permitida y  que no hacen uso del teléfono móvil u otros aparatos que supongan distracción ya que ambos factores, velocidad y distracción, son las principales causas de los accidentes en los que están implicados este tipo de vehículos. También se incrementarán los controles de alcohol y drogas entre los conductores.

Debido a la importancia que tiene el cinturón de seguridad en caso de accidente, se prestará especial atención al uso de estos en aquellos autobuses escolares que los lleven instalados. Actualmente más del 60% de este tipo de vehículos equipan ya los cinturones de seguridad.

Según diversos estudios el uso de un sistema de seguridad en autobuses reduciría las lesiones mortales en un 90% en caso de choque frontal o vuelco, ya que correctamente abrochado evita la proyección del pasajero (adulto o niño) y reduce los impactos en el pecho, abdomen y piernas.

Desde octubre de 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados estos sistemas de retención.
Como es habitual en este tipo de campañas, también se ha invitado a los municipios a sumarse a la misma, de modo que la vigilancia de este tipo de transporte sea tanto en zona urbana como en interurbana.

SOBRE LA ACCIDENTALIDAD
En 2016, los autobuses escolares se vieron implicados en 32 accidentes (20 en vías interurbanas y 12 en urbanas), en los que no falleció ninguna persona aunque 17 ocupantes resultaron heridos.

Según un estudio elaborado por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil sobre accidentalidad y lesividad de los vehículos dedicados al transporte escolar:

      La gran mayoría de ellos ocurren en vías convencionales (el pasado año el 65% ocurrieron en esta clase de vías).
      El tipo de accidente más frecuente es la colisión fronto-lateral.
      La distracción y la velocidad inadecuada aparecen como factores  concurrentes más frecuentes.

EDUCANDO EN EL BUS ESCOLAR
Los trayectos de casa al colegio pueden ser buenos momentos para que el adulto que acompaña a los menores les recuerde algunos mensajes sobre seguridad vial, tales como:

      No pararse nunca detrás del autobús.
      Esperar la señal del conductor y cruzar siempre al menos tres metros por delante.
      Dentro del autobús, mantenerse sentado y con el cinturón puesto, si éste lo lleva instalado.
      No correr al llegar al autobús, ni al salir.
      Obedecer al conductor y al monitor.

Además los padres deben comprobar la seguridad de los autocares en los que se desplazan sus hijos, solicitar al centro la contratación de autocares con cinturones y comprobar que un monitor acompaña a los niños durante el trayecto.

OTRAS FORMAS MÁS SALUDABLES DE IR AL COLE
Además del bus escolar hay otros medios de transporte en los que los alumnos se desplazan para ir al colegio: coche privado, transporte público, bicicleta o simplemente andando.

Con la intención de promover la movilidad sostenible desde edades tempranas la DGT en colaboración con la Federación de Municipios y Provincias está fomentando e incentivando los caminos escolares seguros,  que favorezcan y estimulen el desplazamiento a pie, en bici o en transporte público en la ida y vuelta al colegio.

Actualmente hay más de 100 municipios de 35 provincias y aproximadamente 300 centros escolares que  están trabajando o que ya cuentan con caminos escolares seguros.



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