¿Sabías que el consumo de
medicamentos como el Diazepan da positivo? ¿Conducir bajo el efecto de las
drogas es una falta administrativa o un delito contra el tráfico? ¿Qué drogas
son las más peligrosas al volante?
En lo que llevamos de 2012,
un 56 por ciento de los conductores sometidos a un test de drogas dio positivo.
La letal combinación drogas-conducción se ha incrementado con el paso de los
años: en 2011, un 15,1 por ciento de los fallecidos en carretera se encontraban
bajo el efecto de las drogas, mientras que en 2008 éstos solo integraban el 10
por ciento del total. La razón principal es que, mientras los controles de
alcoholemia ya forman parte de la rutina de los agentes, los de drogas, por
motivos económicos principalmente, siguen siendo minoritarios. Así, según los
últimos registros de Tráfico el 20 por ciento, o lo que es lo mismo uno de cada
cinco conductores, están bajo los efectos de las drogas.
Más allá de la evidente
temeridad que entraña conducir bajo los efectos de una sustancia dada, las
drogas al volante es un tema complicado. Primero, desde el punto de vista de
las sanciones: no se analiza la cantidad como ocurre con el alcohol, el
análisis determina simplemente el tipo de droga ingerida, ¿es justo sancionar
de igual manera a una persona que de un positivo por niveles bajos que una que
los tenga altos? Asimismo, los test de droga detectan además de sustancias
ilegales fármacos como las benzodiacepinas cuyos efectos no son aptos para
ponerse al volante, ¿la DGT pretende perseguir también estos casos? Por último,
estandarizar los controles de drogas requiere una inversión que el Estado no
puede asumir: hoy por hoy los test son muy caros. ¿Cuáles son los planes del
Gobierno en este punto? En este reportaje contestaremos a todas estas
preguntas, intentando esclarecer en que punto estamos en España respecto a las
drogas y conducción.
¿Qué dice la Ley?
Según el artículo 65.5c de
la Ley de Seguridad Vial, conducir bajo los efectos de sustancias
estupefacientes, así como negarse a someterse a las pruebas para su detección
es considerado como infracción muy grave. En caso de dar positivo, el coche ha
de ser inmovilizado a menos de que uno de los acompañantes, que también debe
ser sometido a la prueba, demuestre que está en condiciones de conducir.
¿Falta administrativa o
delito contra el tráfico?
Si un conductor es sometido
a un test de drogas durante un control rutinario y da positivo, se trata en
primer término de una falta administrativa y será tratada como tal sanción,
suponiendo una multa de hasta 500 euros y la retirada de seis puntos del carné
de conducir.
No obstante, si se ha puesto
en peligro la seguridad de los otros conductores o el agente detecta una
sintomatología evidente será considerado como delito contra el tráfico y pasará
a disposición judicial. La pena, en este caso, será de seis meses a un año y la
privación de conducir un vehículo a motor o ciclomotor por un tiempo superior a
un año y hasta un máximo de cuatro años.
Recuerda:
Cuando el test inicial
arroja un resultado positivo, el conductor está obligado a facilitar, en caso
de que se solicite, una cantidad de saliva necesaria para una segunda prueba,
más exhaustiva, en un laboratorio homologado.
¿Qué drogas dan positivo?
Depende del dispositivo que
se utilice, pero los tests de drogas están preparados para detectar sustancias
como el cannabis, la cocaína, otros estimulantes como el speed, el éxtasis o la
metanfetamina (MDMA), opiáceos (heroína), alucinógenos como el LSD o los
hongos, y sustancias como las benzodiazepinas, principal componente del Valium
o Diazepan. Ninguna de éstas debe ser apta para conducir, no obstante, es
cierto que no todas producen los mismos efectos sobre el organismo: unas
provocan somnolencia, otras son excitantes, otras una alteración en cómo se
percibe el entorno… Lo que nos lleva a la siguiente pregunta, ¿cómo determinar
cuál es la más peligrosa?
¿Son todas iguales?
A efectos legales, todos los
estupefacientes son tratados de igual manera. No obstante, según un estudio
elaborado por Policía Local de Alcobendas en 2011, en lo que respecta a los
efectos que producen las diferentes sustancias en el organismo, curiosamente el
alcohol se señala como la más peligrosa. Conducir tras unas copas cumple siete
de los efectos tipificados como peligrosos: baja el nivel de prudencia, provoca
una conducción más agresiva, queda mermada la percepción y el cálculo de
distancias, el conductor es más sensible a los deslumbramientos, produce menor
capacidad de concentración y somnolencia…
Aunque se trata de una droga
legal es cierto que, en los últimos años, el incremento de controles de
alcoholemia ha desembocado en un mayor consumo de drogas en detrimento del
alcohol. Cada vez es más habitual, según los agentes, ver a conductores que están
en condiciones dudosas para conducir, pero que dan 0,0 en el test de alcohol.
Por su parte, en lo que
respecta a las drogas ilegales, la cocaína es la que mayor peligro entraña. El
conductor baja el nivel de riesgo, conduce de manera más agresiva, afecta a la
percepción del entorno y reduce la capacidad de concentración al volante. Esta
droga se encuentra entre las más peligrosa con el problema añadido de que es la
más consumida en España.
Cocaína y cannabis, las más
consumidas
En nuestro país las drogas
ilegales detectadas con más frecuencia en los controles de drogas son la
cocaína y el cannabis o marihuana. El 54,72 por ciento de los positivos por
droga en 2011 fueron por cocaína, mientras que el 47,17 por ciento lo hizo por
cannabis o marihuana. Más marginal es el consumo de anfetaminas en nuestro
país: 9,43 por ciento.
¿Y qué pasa con los
medicamentos?
Los fármacos con la
benzodiacepina como principal componente, es decir Valium y Rohypnol, son igual
de peligrosos al volante. Estos medicamentos, que se recetan para tratar
desequilibrios como el insomnio o la ansiedad provocan somnolencia por lo que
una persona que esté sometida a este tipo de medicación no es apta para
conducir.
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