REGRESO AL FUTURO DEFINITIVO
Siendo muy optimista de aquí a
diez o quince años, con las infraestructuras necesarias, podremos ver a los
primeros coches autónomos circulando por las carreteras española.
Con éste tipo de vehículos,
casi perfectos, las marcas se pondrán las pilas, la post venta será una
realidad en los concesionarios con otra visión de futuro, las preparaciones de
los vendedores hablaran de los beneficios de los nuevos y futuristas vehículos,
de lo poco que consumen, de equipamientos digitales y confortables. Es evidente
que, si no conducimos nosotros, tendrán que prepararnos el interior del vehículo
como parte de nuestra oficina, el wifi, se quedará obsoleto y se invertirán en
nuevas y más seguras conexiones inalámbricas. Podremos gestionar desde el
vehículo mientras él nos lleva a casa o a donde tengamos que ir con toda
comodidad y sobre todo con toda seguridad.
Se imaginan, cuando la mayoría
de los vehículos sean autónomos la lacra de los accidentes de tráfico serán
historia, los alcance entre vehículos habrán pasado a mejor vida, seguro que
los peatones dispondremos de una pulsera o algo parecido, que nos avisará de la
presencia de los vehículos. Y que me dicen, la vuelta que tendrán que darles
las compañías de seguros a su gestión si no existen accidentes. Bueno podríamos
asegurar la reparación de post venta de los vehículos que, seguro que se
averiarán poco, me costarán un pico y el otro, si se diera el caso.
Todo cambiará en la sociedad,
estoy convencido, será distinta, y tendremos que adaptarnos a las nuevas
comodidades y necesidades. Se acabaron las multas, la DGT tendrán que buscar
otras nuevas líneas recaudatorias en este sentido.
Sin duda, la Sanidad gastará
menos en pacientes que ya, no habrán sufrido accidentes automovilísticos.
Lo que no me consta todavía,
es si habrá motos o artefactos de dos ruedas que sean autónomos. Es evidente,
que todo vehículo que circule por las carreteras del mundo deberá estar
conectado de una forma u otra.
¡Cuántas preguntas por
contestar!
¿Los vehículos autónomos
podrán conducirse de modo manual cuando lo estime oportuno el conductor?
¿Tendremos otro reglamento de
Seguridad Vial?
¿Cómo serán las carreteras y
autopistas?
¿Existirán las autoescuelas?
¿Qué preparación será
necesaria para conducir, manejar o programar un vehículo autónomo?
¿Existirán las señales
verticales, horizontales y luminosas como las conocemos hoy?
Y la Policía Local y
Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil ¿Cuál serán sus cometidos?
¿Será obligatorio que toda
persona, animal o artefacto que ocupe la vía deba ir interconectado?
CONCLUSIÓN:
Por mucha imaginación que
queramos ponerle, mucho tendrán que cambiar las cosas para que ese mundo
idílico, donde el índice 0 de accidentes
y víctimas se ponga en marcha.
Estamos con las probaturas
incipientes, los datos incluso hablan de 2030 y que todo usuario de vehículos
optará por un vehículo autónomo. Parece ser que si antes alguien no cambia de
un plumazo esta idea, todo parece indicar, que el futuro pasa por la
electricidad, coches autónomos, autobuses autónomos, la autonomía de los
vehículos será una realidad. Espero que el recibo de la luz sea mucho más
barato, o que “llueva mucho” sino esto no va a haber quien lo soporte.
Por otro lado, me pregunto si
el VEHÍCULO AUTONÓMO, chocará frontalmente con algunas líneas de negocios
actuales. Creo que o gestionamos bien la idea o para muchos EL NEGOCIO SE IRÁ A PIQUE. Apostamos por un
empresario más preparado y con habilidad para que a todos los adelantos científicos e
industriales le den la vuelta y se adapten a nuevas versiones de negocios que
seguro que surgirán con estas iniciativas.
No obstante, apostaremos desde
TODOMOTOR noticias, por un servicio público más cercano y asequible. Y aunque
la “Ciencia avanza que es una realidad” no perdamos el norte y hagamos una
sociedad a medio plazo de grandes emprendedores en el sector de automóvil y más
segura. Qué los vehículos los programemos para viajar, que sean nuestras
oficinas y negocios sobre ruedas, o que más a largo plazo los turismos se
conviertan en artefactos voladores, de momento, pongamos los pies sobre el
suelo, aceptemos nuestra realidad y también las normas de tráfico que nos
regimos en la actualidad.
Nada de beber, nada de correr,
nada de temeridad al volante, nada de distracciones, será un primer paso para
que el futuro sea más prometedor, y después, ya veremos o verán nuestras
futuras generaciones.
Familia, ¿Quién nos iba a
decir a todos que con un dispositivo del tamaño de un paquete de tabaco íbamos
a realizar tantísimas tareas? Incluso hasta a hablar conduciendo,
sin tener que hacerlo.
En fin, el siglo XXI ya está en marcha.
¿No subimos a él o nos tiramos
en marcha?
Feliz presente y mejor futuro.
Pepe Bejarano