El nombre se inspira en el origen del efecto de
la luz de calcio (limelight en inglés). Un invento británico de los años 20
durante la época victoriana que revolucionó el campo de la iluminación en los
teatros. Con ella se resaltaba a los actores protagonistas cuando se
encontraban en lo alto del escenario, hecho que dio origen a la expresión
"estar en el candelero".