La nostalgia es un gran negocio en una época en la que mirar al pasado sirve para construir el futuro
En estos tiempos de tanta incertidumbre y preocupación sobre el futuro, muchos han encontrado una vía de escape en el pasado. Encontrar consuelo en un pasado idealizado es un mecanismo de defensa comprensible y nos ha ayudado a reconectar con nuestra historia, a través del resurgir de nuestra cultura y de una vida simple, analógica.
Los que no han estado ocupados en los últimos tiempos en quitarle el polvo a su N64 para echarse una partida a Super Mario Kart o en buscar en el trastero sus viejos vinilos olvidados, se han dedicado al “ocio escapista”: a volver a ver series antiguas, leer sus libros favoritos, compartir sus recuerdos o relatarnos en sus blogs sus nuevas vivencias.
Ejemplos de este retorno a los clásicos favoritos se encuentran por doquier, según El Arte de Sentir Más, un informe publicado por Lexus, en colaboración con la empresa analista de tendencias WGSN.
Recientemente, la British Phonographic Industry (BPI) informó que en 2020 se vendieron 4,8 millones de vinilos en Reino Unido, es decir, un 10 por ciento más que en el año anterior. Las ventas de vinilos han aumentado por decimotercer año consecutivo, y se sitúan en su nivel más alto desde principios de los noventa, lo que indica que existe un sólido interés en disfrutar de una tecnología más lenta y suntuosa en la época del streaming inmediato. Otras cifras señalan que, en abril de 2020, los usuarios de Hulu vieron casi 11 millones de horas de la vieja serie de los 80 Las Chicas de Oro, y en abril de este año se subastó un ejemplar sin abrir del juego de 1986 Super Mario Bros, de NES, por valor de 560.000 €. Aparentemente, el mirar atrás puede ayudarnos a prepararnos para el futuro.
Este sentimiento de nostalgia se extiende también a la cocina, con sabores y olores intensamente ligados a nuestros recuerdos y experiencias. Benedetta Parodi, la estrella de la cocina italiana y presentadora de Bake Off Italia concede enorme importancia al consuelo que se encuentra en la comida, que despierta recuerdos que le trasladan a su propia infancia: “Disfruto del tiempo que paso con la gente que quiero, tanto en el restaurante como en casa. Me encanta cocinar para los demás: para mi familia, mis amigos. Y lo mejor de todo, es la satisfacción de ver cómo se comenzó lo que yo les he preparado con enorme placer. Me resulta casi imposible elegir uno de los platos favoritos de mi niñez, pero si tuviera que nombrar uno, probablemente los gnocci con queso de mi abuela ”.
Nostalgia no significa necesariamente “pasado de moda”. Mirar atrás pude servir para documentar el futuro, ofreciendo interacciones, pero mejorando patrones. Algo que sin duda es cierto en el caso del nuevo Lexus NX, en el que tanto el conductor como los pasajeros disfrutan de la experiencia, del placer casi extinto de ver satisfechas todas sus necesidades.
Diseñado atendiendo a los valores tradicionales Omotenashi y creado a partir del singular ADN propio de la calidad Lexus, comodidad y experiencia supremas, el NX recrea la inimitable hospitalidad que cabría esperar de un anfitrión japonés, perfectamente emparejada, eso sí, con las ventajas de la tecnología ultramoderna, que son firma de la casa. Gracias, por ejemplo, a los 64 colores disponibles en la iluminación ambiental personalizada que da la bienvenida al conductor oa la posibilidad de cargar el móvil sin necesidad de cables oa los altavoces Mark Levinson de vanguardia, el conductor experimenta una combinación de dos mundos que se complementan perfectamente: la priorización de los valores clásicos de una sublime atención al cliente hábilmente fusionados con la tecnología actual personalizable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.