martes, 19 de febrero de 2013

La Universidad de Oxford está desarrollando su propio sistema de conducción autónoma



En un futuro los coches se conducirán solos, o al menos, tendremos la posibilidad de elegir si llevarlos nosotros manualmente o que se encargue el sistema automático. Poco a poco, cada vez más equipos se van sumando a la investigación en este campo, por ejemplo, Lexus presentó su tecnología en el CES.. Esta vez, un grupo de científicos de la Universidad de Oxford dirigido por Paul Newman asegura haber desarrollado un sistema de conducción autónoma mucho más avanzado que el del propio Google. Además, cabe destacar que lat tecnología se podría implantar en cualquier coche actual.



Las pruebas se llevaron a cabo en una versión modificada de un Nissan Leaf por las carreteras privadas de la Universidad de Oxford para no poner en peligro el tráfico general. Las cámaras y láseres necesarios para detectar los obstáculos están colocados en el coche de forma estratégica con el fin de que sean casi imperceptibles. En realidad, si lo vemos desde fuera será difícil diferenciarlo de un coche normal.


Hasta ahora, el coche ha sido capaz de circular en condiciones meteorológicas muy difíciles, incluso con nieve. Además, el sistema está constantemente monitorizando todo lo que pasa a su alrededor con el fin de detectar a los propios peatones o o incluso para avanzar correctamente en un atasco.

Esta tecnología de conducción autónoma utiliza un escáner láser 3D que crea mapas de los alrededores para posteriormente guardarlos en el ordenador que lleva a bordo. Una de las grandes ventajas de este sistema es que su nivel de precisión se sitúa en unos pocos centímetros mientras que el GPS tiene un margen de error de unos pocos metros. Si en cualquier momento el conductor decide hacerse cargo de la conducción del vehículo tan dolo deberá pisar el freno.



¿Y la seguridad? El conductor puede elegir en cualquier momento que el coche conduzca autónoma pulsando el botón verde en el iPad, dispositivo que han utilizado para mostrar la interfaz de usuario. Si por alguna razón el coche no fuese capaz de circular solo le pedirá al piloto que se encargue él. Si el cambio no se realiza correctamente, el coche se parará.

En definitiva, aunque todavía esta tecnología no esté lista para comercializarse parece una gran apuesta para el futuro de la automoción. 

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