El examen de conducir cambia
a partir del próximo día 21 de enero. Por fin, la Dirección General de Tráfico
(DGT) adecua al siglo XXI una prueba obsoleta. Los principales cambios afectan
al teórico con más preguntas, y al práctico, donde aumenta la duración y se
introducen cuestiones relacionadas con el conocimiento del vehículo.
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Año nuevo, examen de
conducir nuevo. La DGT pondrá en marcha la nueva prueba a partir del 21 de
enero. Los cambios afectan a las dos partes, tanto al teórico como al práctico.
Teórico
La primera fase constará de
una prueba de 30 preguntas escogidas de una base de 15.500 preguntas. El
objetivo según la directora de la DGT, María Segui, no es otro que el hecho de
que el examinado "aprenda conceptos que tiene que interiorizar y no
memorizar como hasta ahora". Del mismo modo, desde la DGT explican que el
porcentaje de aprobados continuará siendo del 60% por lo que creen que la
dificultad no varía.
Práctico
Aquí es donde los cambios en
la prueba se adaptan al siglo XXI. Las principales novedades son las
siguientes:
Conocimiento del vehículo
El examinador podrá
preguntar al alumno que compruebe, por ejemplo, el líquido de frenos, el nivel
del líquido del limpiaparabrisas, o el estado de los neumáticos. Una vez dentro
del vehículo, también le podrá pedir que ponga las luces antiniebla.
No se trata de un examen de
mecánica (sólo se le harán dos preguntas de este tipo), si no de conocimiento
del vehículo en función de aspectos relacionados con la seguridad.
Duración
Hasta ahora la duración del
examen no tenía un tiempo mínimo estimado. Ahora queda fijado en 25 minutos
para el carné de motocicletas, turismos y vehículos de capacitación
profesional. Para los permisos profesionales de autobuses o camiones, se alarga
hasta 45 minutos.
Desde la DGT se señala que
siempre se agotarán mínimo los 25 minutos en cada prueba porque es "el
tiempo imprescindible para que el alumno demuestre sus habilidades" para
obtener el carné. Los 25 minutos sólo se acortarán si el examinado comete una
falta grave con el consiguiente peligro real para el resto de conductores, lo
que acarreará el suspenso y el cese inmediato del examen.
Conducción sin órdenes
directas
Hasta ahora el examinador
indicaba constantemente al alumno qué debía de hacer en todo momento. Ahora,
durante los 25 minutos, el examinado realizará la denominada conducción
autónoma. Es decir, el examinador le indicará sólo, por ejemplo: "Vaya a
la calle x"; y el alumno deberá llegar al destino siguiendo las señales de
tráfico o, incluso a través del navegador si el vehículo cuenta con este
dispositivo.
También puede que el
examinador le indique que inicie la marcha y circule libremente. Aquí, el
alumno recibirá unas mínimas indicaciones.
Premio a la eficiencia
Pasado el tiempo de la
conducción autónoma, previa comunicación del examinador, el alumno pasará a
recibir indicaciones constantes del examinador. Y aquí se introduce un aspecto
nuevo: se vigilará con especial atención la suavidad en la conducción con
objeto de no dar acelerones innecesarios. Se premia así la conducción
eficiente, aunque ser brusco, no será motivo suficiente de suspenso.
Acabada la prueba, el
examinador comunicará al alumno en presencia de su profesor si es apto o no, o
si debe volver a presentarse.
De ser apto, con el nuevo
examen, el alumno saldrá a la carretera con un mayor conocimiento sobre cómo
circular. Con el examen anterior, la conducción primaba sobre la
interiorización de las normas cívicas de circulación.
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