El fabricante estadounidense de automóviles Chrysler
cerró el primer semestre del año con un beneficio neto de 909 millones de
dólares (745 millones de euros), frente a unas pérdidas de 254 millones de
dólares (208 millones de euros) en el mismo período de 2011.
La cifra de negocio de la multinacional estadounidense,
controlada por el grupo italiano Fiat, se elevó a 33.154 millones de dólares
(27.175 millones de euros) en la primera mitad de 2012, con un crecimiento del
23,7%, mientras que las ventas mundiales sumaron 1,1 millones de unidades, un
25% más.
En el segundo trimestre del año, la corporación obtuvo un
beneficio neto de 436 millones de dólares (357 millones de euros), frente a
unas pérdidas de 370 millones de dólares (303 millones de euros) en el mismo período
de 2011. La facturación creció un 23%, hasta 16.795 millones de dólares (13.766
millones de euros) y las ventas mundiales aumentaron un 20%, con 582.000
unidades.
El presidente y consejero delegado de Chrysler y de Fiat,
Sergio Marchionne, destacó que los resultados ponen de manifiesto el esfuerzo
que los empleados de la compañía han llevado a cabo sin descanso para alcanzar
la máxima calidad y el máximo valor en sus productos.
A 30 de marzo de 2012, la deuda de Chrysler sumaba 12.500
millones de dólares (unos 10.245 millones de euros), con una ligera disminución
respecto a los datos del primer trimestre.
La empresa con sede en Auburn Hills, en Michigan, aspira
a cerrar el presente ejercicio con unas ventas mundiales de entre 2,3 y 2,4
millones de unidades, una cifra de negocio de 65.000 millones de dólares
(53.280 millones de euros) y un beneficio neto del orden de 1.500 millones de
dólares (1.230 millones de euros).
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