Según la simulación virtual de
Solera, con esta medida las matriculaciones crecerán un 10% e impulsarán hasta
el 56% los coches más rentables para la posventa.
Las reparaciones crecieron el
año pasado un 1%, mientras que los ingresos aumentaron un 2,8%.
Esta iniciativa, que supondría
la retirada de la circulación de más de 11 millones de vehículos, provocaría
que, teniendo en cuenta la proyección de altas y bajas hasta 2022, los coches
de hasta cinco años pasaran a ser el 56% del parque. Esto supondría un giro de
180 grados a la situación actual, ya que a día de hoy son los vehículos que superan
los 10 años los que ostentan este porcentaje (el 57%).
Y es que la posventa tiene en
el envejecimiento del parque uno de sus principales desafíos, al igual que los
ayuntamientos de ciudades como Madrid o Barcelona (y que pueden tener un efecto
llamada en otros municipios) que tienen en su punto de mira a los coches más
viejos por ser los más contaminantes.
De hecho, Madrid tiene
previsto endurecer las condiciones de su protocolo de circulación en episodios
de alta contaminación, de tal manera que no puedan rodar los coches sin
distintivo ambiental cuando se eleve la alerta al nivel 2. Se espera que este
tipo de medidas y otras nuevas sean una constante en el futuro, y por tanto su
impacto en los talleres también será creciente.
Gráfico 1. ¿Cómo quedaría el
parque en 2022 si no hubiera coches de más de 15 años?
Fuente: Solera España.
Si no cambian las cosas…
Si no se pone coto al
envejecimiento progresivo del parque, los coches más viejos, de más de 10 años,
representarán el 61% de todos los que hay en circulación en España para 2022.
Estos vehículos, según el estudio de Solera, harán prácticamente una de cada
tres reparaciones en el taller, a pesar de que son las operaciones menos
rentables.
Además, sin esas medidas, el
parque más joven, el de hasta cinco años, sería sólo el 23% del total de coches
en circulación, aunque harán el 48% de las reparaciones, por lo que el trozo de
la tarta “más preciado” para la posventa será a su vez el más pequeño en un
sector que ronda los 30.000 talleres.
De momento, y a pesar del
envejecimiento del parque, los talleres cerraron 2017 con un aumento de los
ingresos del 2,8%, aunque las reparaciones apenas se incrementaron un 1%. Estos
crecimientos sorprendemente se deben a los coches mileuristas, los de más de diez
años de antigüedad, que aumentaron los kilometros rodados el año pasado un
24,7% pasando más por boxes.
Y es que las mejoras
económicas y del empleo empiezan a sentirse más en los hogares españoles,
incluso en los de rentas más bajas, que son los que en muchos casos tienen
vehículos con más años. Con más dinero en el bolsillo y más confianza, sus
coches están menos tiempo parados y recorren más kilómetros, bueno para el
taller, ya que un coche aparcado deja de ser un potencial cliente.
Además, de cara a los próximos
años, la posventa verá como para 2019 y 2020 sus ingresos crecerán en torno al
4% anual, aunque el volumen de reparaciones en ningún caso lo hará por encima
del 2%. Esto se debe a que el gran volumen de matriculaciones de los años 2007
y 2008 (por encima del millón de unidades) se ha convertido una década después
en un flujo enorme de vehículos que pasan a formar parte de la masa más grande
y menos rentable para el taller, la mileurista, al pasar por taller como mucho
una vez al año para sólo lo imprescindible.
Según José Luis Gata,
responsable de Mercado Posventa de Solera, “en los próximos años, y acuciados
por Bruselas, se espera una batería constante de medidas para combatir la
contaminación y muchas de ellas, guste o no, afectarán al coche. Poner coto a
los coches de más de 15 años tendría un impacto positivo en la posventa, y
podría ser hasta el gran revulsivo que necesita el sector. Anticiparse a lo que
está por venir con datos y análisis fiables, es clave para manejar el futuro de
nuestros talleres”.
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