Ningún otro fabricante de
automóviles puede enorgullecerse de una historia tan extraordinaria como la de
Alfa Romeo: única y fascinante, repleta de hombres excelentes, de una epopeya
deportiva que ha caracterizado años ahora ya irrepetibles, de coches que forman
parte de la imaginación colectiva, de una evolución técnica y de ingeniería que
siempre ha marcado la diferencia, de turbulencias más o menos importantes que
han caracterizado indeleblemente sus casi cien años de vida.