La experiencia de conducción
Jinba Ittai de la que el Mazda MX-5 —el icono de la marca— es el mejor ejemplo,
ya no es un coto exclusivo de los deportivos ligeros. Todo lo contrario, se ha
convertido en parte de la esencia de todos los vehículos de Mazda. El espíritu
de asumir constantemente nuevos desafíos está en lo más profundo del ADN de
Mazda. Basta con pensar, por ejemplo, en el reto de desarrollar el primer motor
rotativo de producción en serie del mundo. La pasión y la entrega de los
ingenieros y diseñadores que mantuvieron encendida la llama de ese espíritu
iluminó el desarrollo del primer Mazda MX-5 que, a su vez, fue el punto de
partida de la experiencia de conducción Jinba Ittai.