Europa deberá vender a
principios de 2030 su último vehículo con motor de combustión si quiere
descarbonizar su transporte por carretera en 2050 y lograr el objetivo del
acuerdo de París contra el cambio climático.
Así lo asegura la organización
Transport & Environment (T&E) en un informe, en el que destaca la
necesidad de que Europa se pase al vehículo eléctrico y de hidrógeno (del que
dice que es menos eficiente) si quiere mejorar la calidad del aire del Viejo
Continente.