INSPECCIÓN TÉCNICA DE VEHÍCULOS (ITV)
“Vamos pastores que el
tiempo pasa…” Es el jubiloso cantar de los campanilleros en una fría y estrellada
noche de diciembre. Los Pastores de Chucena recorren las calles
de su blanco pueblo, ubicado en la Comarca del Condado de la provincia de
Huelva. Percusión de panderetas, tintineo de pequeñas campanillas, repiqueteo de castañuelas, rasgueo de
guitarras, voces acompasadas… Pasan por la Plaza de la Iglesia entonando alegres
pasacalles. Ataviados con sus particulares mantas, con pausado caminar y en
perfecto orden se detienen en la Plaza del Ayuntamiento… “Sin pañales y muerto
de frío nació el hijo de Dios y María…” La concurrencia escucha atenta las
canciones navideñas que surcan un silencio respetuoso, conmovedor… Los Pastores son portadores de las
tradiciones transmitidas de una generación a otra. Sin dejar de entonar los
cantos, el coro continúa su recorrido. En algunos momentos, cuando las voces
callan y los instrumentos descansan, los vecinos los agasajan con mantecados,
alfajores, dulces caseros… y alguna copita de anís dulzón. El reloj del
edificio consistorial campanea la una de la madrugada, las calles ya están desiertas
y los hogares dormitan… Los campanilleros interpretan sus últimas estrofas… Y
acurrucado entre sábanas y cobertores, el pueblo vive el sublime placer de escuchar
los villancicos… “los pastores no son hombres, que son ángeles del cielo…”