1. En primer lugar, debemos estudiar claramente cuáles son nuestras necesidades, para elegir un tipo de coche u otro, en función de las mismas. Por poner un ejemplo, si habitualmente vamos a utilizar nuestro vehículo en desplazamientos por la ciudad, quizás la mejor opción no sea un todoterreno. En estos casos, un utilitario será una elección más cómoda, económica y con menor consumo.
2. Además del precio del coche, es importante analizar los gastos derivados de su mantenimiento, prestando especial atención al tipo de combustible y consumo, ya que no siempre el coche más barato resultará el más económico a medio plazo.
3. Por otra parte, debemos ser extremadamente cuidadosos con la publicidad que realizan los distintos fabricantes, ya que generalmente los precios publicitados corresponden con modelos básicos, únicamente con el equipamiento de serie, y sin incluir impuestos. Se hace imprescindible leer detenidamente la letra pequeña para evitar sorpresas.
4. Es frecuente que en el propio concesionario se realicen descuentos especiales sobre modelos expuestos que tienen atascados y les interesa vender. Puede ser una gran oportunidad para conseguir una buena oferta, sin embargo, debemos ser conscientes de que no podremos elegir color, acabados, ni equipamiento. Es preciso reflexionar detenidamente sobre si las características de dicho coche se adaptan a lo que buscamos.
5. Del mismo modo, una opción muy interesante para conseguir un buen precio con total garantía, pueden ser los
coches Opel de Km 0, aunque tendremos las mismas limitaciones que hemos visto antes, en cuanto a personalización del vehículo.
6. Debemos tener en cuenta, que elegir el último modelo de una marca también tiene un coste adicional, y en ocasiones decantarnos por un modelo de la gama anterior puede suponer un ahorro considerable. Además, los plazos de entrega de modelos que ya llevan un cierto tiempo en el mercado suelen ser considerablemente menores.
7. Los precios son muy similares en todos los concesionarios, pero no iguales, por lo que es recomendable visitar varios establecimientos, si es posible, de provincias vecinas. Seguro que encontramos diferencias de precio, que compensen el desplazamiento. Es más, si presentamos el mejor presupuesto a otro concesionario, seguramente intenten igualarlo o mejorarlo incluyendo algún regalo. Internet se nos presenta en este sentido, como una gran herramienta para localizar y contactar con distintos concesionarios. Sin embargo, suelen ser reacios a dar precios de manera remota, por lo que generalmente será acudir personalmente.
8. En ocasiones, obtendremos descuentos adicionales entregando el vehículo antiguo. Debemos valorar si el descuento compensa lo que obtendríamos vendiéndolo por nuestra cuenta. No obstante, aunque no sea así, muchas veces merecerá la pena por el simple hecho de evitarnos complicaciones.
9. Por último, en el caso de que vayamos a financiar la compra, debemos estudiar las condiciones que nos ofrecen en el propio concesionario, ya que puede ser más ventajoso solicitar un crédito personal en nuestra propia entidad bancaria.
En definitiva, se trata de detalles que muchas veces no tenemos en cuenta, y que sin embargo pueden ayudarnos a conseguir interesantes ahorros en la compra de nuestro coche, algo que nunca vendrá mal, y menos en los tiempos actuales.
