Neumáticos, batería, aire acondicionado y filtros son elementos clave para garantizar el correcto funcionamiento del vehículo y la seguridad de sus ocupantes.
Las altas temperaturas aumentan un 25% el riesgo de sufrir un siniestro de tráfico.
El calor tiene efectos directos en el comportamiento de los conductores y sus capacidades psicofísicas.