La tecnología táctil, la misma
que se utiliza en el móvil, y los biosensores se están empezando a incorporar a
los vehículos y será una realidad implantada en toda la industria
automovilística antes de cinco años.
Así lo augura el director de
la Unidad de Impresión Funcional y Dispositivos Integrados del centro
tecnológico de Cataluña Eurecat, Paul Lacharmoise, que asegura que estas nuevas
tecnologías suponen una ayuda a los conductores y una mejor interacción entre
el hombre y la máquina.