sábado, 6 de febrero de 2016

GRAN PRESENCIA Y PARTICIPACIÓN DE NISSAN NISMO EN LA RUTA 6TO6 VALENCIA


LA FUNDACIÓN PSA PEUGEOT CITROËN DA SU APOYO AL ROTARY CLUB DE MADRID PARA TRANSPORTAR ALIMENTOS A COMEDORES SOCIALES


LA ROTONDA

LA EDAD A VECES NO PERDONA

En la carretera cualquier precaución es poca. Es verdad que los mayores conducen con más prudencia pero por ley de vida, los reflejos ya no son los mismos.

Podemos hacer una lista de pros y contra de la edad en la conducción:
PROS: Experiencia, precaución, serenidad, responsables al volante…
CONTRA: Falta de reflejos, reaccionar con mayor lentitud ante un imprevisto… 

Es cierto que todos no envejecemos de la misma forma, por eso, son esenciales, los reconocimientos médicos para renovar los permisos de conducir (a cualquier edad) pero está claro que una persona que conduzca un vehículo, tiene que estar cualificado y demostrar las aptitudes necesaria para tal fin.
En España hay cerca de tres millones de personas que sobrepasan los 65 años con permiso de conducir. El 11% del total de los conductores.

Según los expertos los conductores mayores, "Son vulnerables: a igual impacto, sufren más lesiones y por eso están sobredimensionados en los índices de mortalidad. Con los mismos kilómetros recorridos, sufren más accidentes”

Aunque no es posible generalizar, a medida que pasan los años decaen las condiciones psicofísicas: el anciano pierde visión y capacidad auditiva y, sobre todo, necesita más tiempo de reacción. "Le resulta difícil discriminar objetos en movimiento". El 67% de los mayores de 65 admite que ha perdido reflejos y que se siente más inseguro al volante, según un estudio sobre ancianos y seguridad vial de la Fundación Mapfre. La capacidad más disminuida es la vista (45%) seguida de los reflejos (25%) y el oído (17%), precisa el mismo informe.


La circulación a velocidad anormalmente reducida, los cambios bruscos de dirección y la conducción en sentido contrario son algunos de los comportamientos de más riesgo asociados a la vejez. Hay otros -dificultades para aparcar, para respetar las señales o para circular en línea recta-, pero tienen menor incidencia en los accidentes de tráfico.

"Pero el límite lo ha de poner la enfermedad, no la edad".
Los expertos coinciden en que los ancianos poseen mecanismos que, en parte, compensan su pérdida de capacidad al volante. Así, circulan de día, evitan zonas conflictivas y reducen a la mínima expresión el uso del vehículo. "Una cosa es la capacidad y otra, el comportamiento". Los mayores controlan el riesgo y se adaptan a las circunstancias. El problema llega cuando el anciano no es capaz de compensar sus deterioros. Ahí es donde hay que intervenir y el conductor debería abandonar la actividad

Los reconocimientos médicos deberían ser más "exhaustivos" porque, entre otras cosas, "los factores psíquicos se escapan y luego pasa lo que pasa

La actual normativa indica que, a partir de los 65 años, las revisiones se hacen cada cinco años. Antes, se hacía cada dos años a partir de los 70.

El debate está abierto y los expertos miran también lo que ocurre en otros países. Italia se plantea retirar el carné a los mayores de 80 años y, en Japón, se dan premios y promociones comerciales a los mayores que entregan las llaves del coche de forma voluntaria. En algunos Estados de EE UU también se han aplicado limitaciones por edad, aunque no se han demostrado eficaces.

Después de todo lo expuesto, mi opinión es implacable en este sentido, sobre todo cuando están en juego vidas. Las pruebas médicas que se realizan para la obtención del permiso de conducir, deben ser exhaustivas para todo el mundo que quiera conducir un vehículo, independientemente de la edad que tenga. Una persona, que tiene limitada la audición, la vista, o cualquiera de sus facultades psicofísicas, nunca podrá conducir un vehículo, por su seguridad y sobre todo por la de los demás. Esto es igual, que si cualquiera de nosotros quisiera conducir un avión de pasajeros, tendrá que pasar las pruebas mínimas exigibles y si no es así, sólo podrá llegar a ser pasajero.

Por descontado, que vamos perdiendo facultades con los años, y si esas facultades están reñidas con la reglamentación para poder conducir un vehículo, tendremos que decir adiós al coche, la moto o el camión, y pasar página. No hay otra.


MARIBEL VERDÚ PROTAGONISTA DEL SPOT DE LA NUEVA CAMPAÑA DE IMAGEN DE MERCEDES-BENZ