Esta
norma, que ya todos hemos oído hablar de ella modificadora de la anterior ley,
cuya entrada en vigor fue el viernes pasado 9 de mayo de 2014, viene a
introducir una serie de cambios, algunos de ellos significativos, sobre todo en
el ámbito del procedimiento sancionador en materia de tráfico y seguridad vial,
en relación a cuestiones de diverso calado; sobre velocidad, alcohol y drogas,
ciclistas y elementos de seguridad, y también otras cuestiones como la
prohibición de los detectores de radares y de los cinemómetros y alguna cosa
más.
Cada
uno de estas novedades puede dar pie a interesantes comentarios, no ya por los
motivos que han impulsado su inclusión en la nueva Ley de Seguridad Vial, sino
por las consecuencias que pueden tener para nuestro día a día como usuarios de
la vía.
Es
en este día de hoy que nos estamos desayunando lo que se supone que “sabemos” y
que ninguno pasaríamos un examen mínimamente decente de lo que tenemos encima
en el recorrido diario al volante de nuestro vehículo, y de los que llevan
manillar también, es por lo que me atrevo a discurrir para escribir estas
líneas semanales.
Pero
iremos por partes, para no aburrir demasiado, hoy facilito el boceto, las
pinceladas de las novedades, poquito a poco y ya iremos dando en próximas
semanas, relevancia a lo que bajo mi punto de vista lo tiene. Como siempre será
mi punto de vista que unos compartirán y otros NO.
Así
opinaré sobre:
1. Límites de velocidad y
aparatejos asociados a la velocidad
2. Nuestros menores y el
vehículo, su seguridad ante todo.
3. Insistimos con el alcohol, y
además las drogas, lógico, no?
4. Nuestras calles se llenaran de
ciclistas, si se cuida de ellos, pero así se cuida.
5. Quienes son los dueños de los
cotos de caza, legislan, parece que si.
6.Cuidemos a nuestros extranjeros residentes. Ciudadanos
como todos.
7.Nuevas infracciones, eso
siempre reconforta, saber lo que no podemos hacer. Y lo que nos costará si lo
hacemos.
8.Novedades en la vía administrativa de las alegaciones, favoreciendo el pago rápido, suponemos que a
la vista de la inutilidad y coste de plantear pelearla mejor que nos hagan
“rebajitas”. La facilidad de identificación por los agentes de la autoridad, la
restricción de accesos, prioridades útiles, y por último se mejora la
apariencia de participación en los órganos que se supone de alguna decisión.
Vaya que tenemos la rebotica llena.
Esto
por hoy es todo, espero poder entender, para explicar, a veces no lo ponen
fácil.