Consiste en todos aquellos esfuerzos después de la venta
para satisfacer al cliente y, si es posible, asegurar una compra regular o
repetida. Una venta no concluye nunca porque la meta es tener siempre al
cliente completamente satisfecho.
Este es uno de los puntos diferenciales respecto a la
competencia. Un servicio postventa es el último proceso de la espiral de la
calidad y garantiza el paso a un nivel superior en cuanto a la calidad al
permitir:
Conocer la opinión de los clientes.
Identificar oportunidades de mejora.
Evaluar los productos y procesos garantizando la
retroalimentación necesaria.
Si el servicio postventa es deficiente, puede afectar
negativamente la opinión del cliente y disminuir los niveles de las ventas.
Para el análisis del servicio post-venta es interesante valorar si la compra es
regular o compra repetida: