El precio del carburante se dispara al tiempo que
nuestras quejas pero a veces se nos olvidan cuantos litros tiramos, y con ellos
muchos euros, por una conducción inadecuada.
1. Conduce con suavidad
Frenando poco, dejando que el vehículo ruede aprovechando
el impulso y siguiendo el tráfico, consumirás menos y tus acompañantes estarán
más relajados
2. Revisa periódicamente la presión de los neumáticos
La resistencia a la rodadura representa hasta un 15% del
consumo total. Comprueba periódicamente la presión de los neumáticos. Si
reduces la resistencia, reduces el consumo, ahorrando hasta un 3% de
combustible. La baja presión en los neumáticos aumenta el consumo de carburante
y acelera su desgaste.
3. Utiliza aceites de baja viscosidad
Producirás menos emisiones y reducirás el consumo de
combustible. Los aceites sintéticos antifricción son los que mejores resultados
ofrecen: pueden contribuir a reducir el consumo de combustible hasta en un 5%
en comparación con los convencionales.
4. Evita el uso de accesorios que reduzcan la
aerodinámica
Un aumento del 33% de la resistencia aerodinámica aumenta
el consumo de combustible hasta en casi 2l/100km a 120 km/h. Si tienes que
llevar algo sobre el techo, utiliza cofres portaequipajes aerodinámicos. Quita
los accesorios que no vayas a utilizar como barras y portaequipajes que crean
un lastre aerodinámico.
5. Viaja con el mínimo equipaje, reduce el peso del
vehículo
Cada kilo de equipaje cuesta combustible: 100 kg de peso
aumentan el consumo en hasta 0,3l/100km.
6. Usa el equipamiento racionalmente
El equipamiento nos hace los trayectos más cómodos, pero
también más caros. Por ejemplo, el climatizador consume combustible: en pleno
verano puede llegar a consumir hasta 2l/100km. Si ventilas el coche antes de
ponerte en marcha y circulando el primer tramo con las ventanillas bajadas,
dejas que salga el calor. Pero ya en carretera, es mejor utilizar el
climatizador que llevar las ventanillas bajadas, tanto por aerodinámica (con
ellas bajadas aumentas consumo) como por seguridad (el calor afecta nuestras reacciones).
7. En bajadas o al aproximarte a un semáforo deja que el
coche ruede sin acelerar pero no pongas punto muerto
Aprovecha el corte de combustible en desaceleración. Si
dejas que el coche ruede con la marcha engranada, en bajadas o al llegar a un
semáforo, consigues un consumo de 0,0l/100km.
8. Conduce con la marcha más larga posible
Cuando arranques, pasa rápidamente a segunda y, en cuanto
puedas, a tercera. Busca los cambios en el régimen óptimo de giro del motor.
Reducirás las emisiones acústicas y el consumo de combustible.
9. Apaga el motor cuando el coche esté detenido
Por ejemplo en un atasco o ante un paso a nivel con las
barreras bajadas y a la espera de que pase el tren.
10. Evita coger el coche en trayectos cortos
El motor consume más cuando está frío. Por ello si se
utiliza para muchos trayectos cortos puede llegar a tener un consumo de hasta
30 l/100km: no sabes qué cara te puede resultar esa barra de pan o esos
refrescos.