DESDE EL OTRO LADO
Mientras Rusia sigue invadiendo Ucrania, más de cuatro meses de asedio, y el mundo sigue expectante. Que nos asomamos a distintas ciudades ucranianas, y no sé qué tiempo tardarán los rusos, pero a Ucrania no la va a conocer “ni la madre que la parió”.
Mientras, las mejores intenciones europeas: unos arriman armamentos, otros alimentos y muchos solidarios recogen a los refugiados ucranianos. Pero antes o después, los rusos van a arrasar un gran país como Ucrania.
Aun así, no me negarán que hablar de estos temas, desde el otro lado, ¡sí!, a la orilla de la playa, cerca de casa, o en la otra parte del mundo, en el Caribe, o desde la piscina, o desde el club, donde la comida no falta, ni un chapuzón tampoco.
Creo que estoy asistiendo a una hipocresía mundial fuera de toda duda, eso de “su padre, el último”, a lo que nos estamos agarrando como un clavo ardiendo. En los últimos artículos, les he hablado de economía doméstica, del día a día, de los gastos y los ingresos de una familia y las formas de llevarlas a cabo. Pero es que no hace mucho tiempo, hemos visto cómo jóvenes africanos han querido mejorar su vida, y han intentado saltar la valla que les separa de Europa, y más de una veintena se han quedado en el intento. Muertos en circunstancias extrañas. Han preferido morir en el intento que seguir viviendo sin futuro.
¡No lo entiendo!, en un continente, donde históricamente se cree comenzó el hombre su andadura por este planeta, en un continente donde la mayoría de su país asisten al subdesarrollo más sublime de la Tierra, y un continente dividido por países “Drácula” que solo hacen aprovecharse de las riquezas de la tierra que pueden comercializar, un continente africano al que unos y otros, no hacen nada porque este continente crezca y sus ciudadanos no piensen más en marcharse de él, sino trabajar, e ilusionarse por quedarse en él, y construir un futuro para ellos y sus hijos.
Pienso que todos los países desarrollados del mundo podrían poner su granito de arena, para que esto ocurra, la solidaridad comienza sobre todo por enseñar a otros a vivir, no a deponer regímenes políticos que le mantenga el cortijo, mientras ellos se llenan los bolsillos.
Hay que construir una África de futuro, con ciudades modernas, con gente preparada, para hacer que este continente no únicamente este asociado a Generales totalitarios, a africanos que quieren abandonar su continente, y a minas de diamantes gestionadas por países europeos.
Todo esto es para sentir vergüenza del ser humano. ¿Cómo es posible que nos lleven al Caribe, diez horas de avión, cuando África tiene 80.000 kilómetros de litoral?
Naciones Unidas, póngase a trabajar, y denle vida a África, un Continente por descubrir.
China, Rusia, EE. UU. y Europa piensen lo que podrían hacer si pudieran poner cada uno su granito de arena en África, y construyeran un futuro nuevo, déjense de Marte, Júpiter o Saturno, el futuro está junto a nosotros, y déjense de destruir y construyan. No se puede estar en guerra toda la vida, cuando la historia nos ha demostrado que este no es el camino. Son ustedes unos descerebrados,
Con mis mejores deseos,
Pepe Bejarano
todomotornew@gmail.com