AUTOCONTROL
Poner nuestras emociones al
servicio de nuestra inteligencia, y no nuestra inteligencia al servicio de
nuestras emociones. Esa es la idea en la que se fundamenta la capacidad de
reconocer y gestionar las emociones, eso que llamamos inteligencia emocional.
Este tema nos abriría muchas
vías de interpretación, que a su vez nos reconducirían con casi total seguridad
a otras bifurcaciones casi indefinidas en la vida del ser humano.