Los nuevos propietarios no quieren ser inversores pasivos.
A principios de septiembre, la
firma de capital riesgo CVC Capital Partners vendió por 8.000 millones de
dólares (7.580 millones de euros) su participación de control en la Fórmula Uno
(F1) a la compañía estadounidense Liberty Media. De esta forma, Chase Carey se
convirtió en presidente de la F1. Carey fue vicepresidente ejecutivo de la 21st
Century Fox y tiene mucha experiencia en programas de deportes, pero nunca se
le había pedido que reinventara un deporte.